15- Lugueros-Oseja de Sajambre #OlvidadoTransKtb

Ermita de Arcenorio

Ando a vueltas con un cierto debate conmigo mismo acerca de si este tipo de ruta de bici de montaña que incluye abundante porteo/pateo es para mí. Empiezo a pensar que no. O quizá ya lo pensaba y he tenido que venir a una de las rutas clásicas de este tipo de «aventura» para darme cuenta. Ojo, no es que me importe empujar o cargar la bici de vez en cuando pero hay una variable que lo condiciona todo: la habilidad técnica con la bici. Y de eso vamos demasiado justos. Y más cuando hago rutas en solitario donde la prudencia es norma obligada. Ayer por ejemplo la bajada a Casomera tenía muchos lugares conflictivos. Los pasamos bien pero ¿disfrutando? No. Y ahí está la gracia: en que damos pedales para disfrutar.

Hoy, según Zinaztli, toca la «bajada más brutal» de la Transcantábrica: 680 metros de desnivel en 4,5 kilómetros (16 % de pendiente media y 26 % de máxima) según sus datos. Ese no es el problema; lo es el terreno por el que se desciende. Si, como ayer, es un pedregal, lo mismo esta vez me bajo. Ya veremos.

Lugueros tiene su playa fluvial y su puente romano (aunque con algún arco medieval según parece). El río Curueño organiza la vida del pueblo y ahora en verano parece que la playa es el centro de reunión. Eso y los bares de la carretera donde la gente se sienta a charlar y ver pasar los coches. Arriba queda la estación de esquí de San Isidro que vi a la izquierda bajando desde el Puerto Vegarada.

Tengo por delante otra etapa dura. Como ayer, serán tres puertos, pero esta vez me he planificado para hacer el segundo por la alternativa «cicloturista», que me alarga algo la etapa pero espero que la haga más llevadera. No obstante habrá que ver cómo llevamos la parte final porque incluirá varios kilómetros de porteo/pateo.

Hoy hacía menos frío que en días anteriores. De hecho puedo decir que sí, que he pasado calor, bastante calor (37 grados de máxima). La primera de las tres subidas hasta el paso de Pando de Valporquero se inicia por carretera, que termina en Villaverde de la Cuerna. Desde allí la pista se pone seria con desniveles considerables, algunos de ellos hormigonados. Encuentro a dos hombres y una mujer ya mayores que van paseando. Me avisan de que «viene lo bueno». Como todavía es el primer puerto del día se hace sin mayores problemas. La bajada hacia Puebla de Lillo es por un pistón. Tras un primer tramo pedregoso luego se funde con la que da servicio a unas minas de talco y se hace si cabe más autopista. Volamos hacia abajo.

Había decidido que el segundo puerto lo haría por carretera. Decisión acertada. Una muy tranquila subida al Puerto de las Señales sin tráfico alguno. Me adelanta un chaval con bici de carretera. Va como un tiro. Qué envidia subir así. Arriba se abre un escenario de grandes moles rocosas, como ya ocurrió en la subida anterior y también sucederá en la tercera y última. Desde arriba la bajada se hace en dos tandas: la primera hasta el puerto de Tarna y la segunda hasta Uña. Había pensado tomar algo en este pueblo para afrontar la parte final de la etapa, que tenía su dureza, pero no fue posible. No había bar. Bueno, sí, algo parecido pero cerrado según me informó un lugareño. Pues entonces será una barrita energética y parriba.

El sol aprieta en la subida, que se hace algo más dura si cabe. Me encuentro con un megarrebaño de ovejas. Varios perros y un humano. El humano, que dice que los perros no hacen nada. Los perros como posesos ladrándome y persiguiéndome. Pedradas como acto de defensa. Quizá se las debía lanzar al humano, me ha quedado esa duda. Sigo subiendo y paso literalmente por encima de un mar de bolitas de caca de oveja apelmazadas junto a un refugio para ganado. Flotando sobre la mierda, con perdón.

La subida se pone imposible para aguantar encima de la bici. Hacemos cumbre y llega la zona de porteo/pateo. Zona abierta con mucho ganado. Y un lugar especial: la ermita de Arcenorio. Enseguida me viene a la cabeza la ermita de Santiago, arriba de Fasgar, en el Camino Olvidado. Entornos similares. Sigo adelante anda que te anda. Los senderitos abiertos por el ganado se interrumpen cada dos por tres. No hay forma de pedalear un minuto seguido. Bajamos, subimos, bajamos, subimos. En fin, un poco harto.

Y al final «la bajada». Bestial. La he hecho montado al completo porque el suelo no estaba tan roto como en la de Casomera de ayer. Pero no sé cómo habrán acabado las pastillas de los frenos. Sobre todo en la parte inicial (aunque no solo) hemos tenido que ir muy despacio porque a nada que dejabas de apretar las mantas, la bici se embalaba. Ya lo avisaba Zinaztli. No quiero pensar cómo tiene que ser hacerla con alforjas.

Abajo en Pío de Sajambre estaban de fiesta. Me iba a haber tomado algo pero ese «algo» ha acabado siendo agua «no controlada sanitariamente». Vamos, la fuente de toda la vida del pueblo. Hasta Oseja queda una bajada y una subida de algo menos de cien metros de desnivel. Una menudencia dentro de una etapa que se ha ido a los más de 1.700 metros de desnivel acumulado.

Al llegar a Oseja la primera sensación ha sido de gentío. Los restaurantes y terrazas que dan a la carretera estaban repletos. Me he dado un pequeño paseo con la bici antes de regresar al hotel, que se ubica justo a la entrada según se viene de Pío de Sajambre. Andaban a tope de gente en el restaurante y ha habido que esperar. Así que he aprovechado yo también para comer el menú y charlar un rato con el dueño.

Ya contaré más mañana. Os dejo. Ciao!

Picos de Europa desde El Carbanal antes de bajar a Pino de Sajambre

Ermita de Arcenorio ahí en medio 🙂

Subida desde Uña por la Sierra de Carcedo

Paso de Pando de Valporquero

Desde el Puerto de Señales

Distancia: 67, 12 kms. Tiempo de pedaleo: 5h 45min. Desnivel acumulado: 1769 m.

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