Principio y fin

by Julen

alfa - omega
El tiempo se estira y se encoge. Aunque la línea parece firme porque hay un final, hay momentos en que has vuelto al mismo sitio. El tiempo se retuerce y termina por devolverte a algún lugar conocido. A la sorpresa inicial de encontrarte ante semejante paradoja le sigue la normalidad. Otra vez. La certeza de un lugar por donde ya pasaste.

Unas veces se suceden los reencuentros con una frecuencia turbadora. En cambio, aparecen luego extensos desiertos. Nada hay que permita atisbar que te diriges a otro bucle. No hay cadencia ni ritmo, no hay nada que los haga predecibles. Suceden. Mezcla de tu imaginación y de pinceladas de realidad. Y las dosis varían. Todo admite su parte mágica.

Las geografías del sentimiento son cambiantes. Sus accidentes no hay cicatrizado. Se abren nuevos surcos y se derrumban otros que parecían sólidos. Accidentes por todas partes. Pero entre tanto desorden vuelve a haber puntos comunes. Lugares a los que se accede porque no había otra opción. Y cuando alcanzas ese destino de nuevo la misma sensación: aquí estuve antes. Otra vez.

Da igual el esfuerzo por evitar rutas conocidas. Las señales te confunden y juegan con tu percepción. La línea recta deja de serlo y pierdes el norte una y otra vez. No hay referencias. En el camino nada invita a recordar. Solo al llegar al final te das cuenta. Por fin has alcanzado el principio.

La imagen es de Tnarik Innael en Flickr.

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