Errores

by Julen

Error.
Sean reales o sentidos, lo mismo da. La sensación de equivocarse humaniza. Inseguridad, miedo, ansiedad. Todo eso va con nuestra condición. Es el peaje a pagar para disfrutar de esos otros momentos en que la vida nos sonríe. Pero mientras tanto el camino tiene sus recovecos.

Conste que hoy más que nunca nos dibujan caminos de perfección. Suponen una extraña exigencia del guión. En la escena la lucha parece más y más encarnizada. Hay que sobresalir en dura competencia con quienes nos rodean. Superarse se convierte en superar. Crecer no es tanto una opción sino un requerimiento. Y sirve si los demás merman. Importa la comparación.

Así que uno convive con su desasosiego, compañero de viaje inquebrantable. Una desazón que a ratos se relaja y a ratos aprieta. Un constante zumbido que llega a convertirse en ruido. Sí, de vez en cuando, el volumen aumenta y entonces el error es más que evidente. De nuevo contra la misma piedra. Parecería que ya hubiéramos pasado por esta experiencia.

Arriba el cielo continúa azul. Qué más da. No tengo ojos para esa insolente claridad. Mis oscuras maquinaciones lo hacen pedazos. Da igual equivocarse o suponerlo. Da igual que brille el sol. Nuestras cavernas las cavamos a conciencia. No importa por qué o cómo. El repliegue es la defensa. Otra vez.

La imagen es de Ben Seidelman en Flickr.

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