Los músculos no responden

by Julen

El chasis, más que un chasis. Un conjunto de estructuras que rodean el alma. ¿Qué es el alma? No hay respuesta, solo una sensación. Mientras, el cuerpo parece insistir en explicarte quién es. Lo que sentimos pasa por el cuerpo y lo que pensamos pasa por el alma. Cómo se entreteje este galimatías. Buena pregunta, pero no tengo respuesta.

El cuerpo emite. Sería un buen sujeto de experimentación para la industria 4.0. Emite, se expresa, comunica, se queja, se enfría y se calienta. Sufre agresiones y queda maltrecho en el punto bajo de la ciclotimia. Allá entonces, nada que hacer, solo esperar a que remonte. Mientras, todo decae. Sea lo que sea lo que somos, de repente no consigue alcanzar su estándar. Y acudimos a las drogas.

Por unos días, por unas semanas. La variable tiempo, no hay duda, nos condiciona. ¿Cuánto tiempo el chasis va a empeñarse en descender el metabolismo? Paciencia. Hay que esperar a que recupere. Pero en este periodo, vecino del barrio de la depresión y la melancolía, estamos en riesgo. En riesgo de sabernos menos de lo que éramos.

Puede sonar extraño. Pero cuerpo y alma a veces se llevan mal. El espíritu decae y el cuerpo sufre. Y viceversa. ¿Qué fue antes? El caso es que lo notas enseguida. Esa extraña sensación de no llegar. El cuerpo mengua y se encoge. Los músculos no aportan la energía habitual. Y sin embargo, procuras no abandonar tus rutinas. Extraño, todo muy extraño.

Imagen vía Pixabay.

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