La rocambolesca facturación de Amazon

by Julen

Oh No Amelia!
Creo haber pasado por un periodo de surrealista relación con el servicio de atención al cliente de Amazon. Todavía no soy capaz de entender la manera en que me han contestado porque cada vez que me pongo a darle vueltas acabo en la casilla de salida. No soy capaz de entender cómo trabaja su departamento de facturación, sea eso lo que sea, porque a día de hoy estoy pensando si será un ejército de amanuenses que escriben facturas a mano o con máquina de escribir porque automatizado, lo que se dice automatizado, no está.

Comprar en Amazon. Esa es la primera decisión pero a pesar de todo el lado oscuro que también vemos en este monstruo, yo también. Confieso. El día 19 de diciembre realicé un pedido de dos productos: un conector USB Tipo C a VGA y un ordenador portátil ya que mi Toshiba, tras tres años de servicio, ha fallecido. DEP.

Los productos llegan rápido y en correcto estado. Lo habitual con este gigante. En la misma semana del pedido ya tenía en casa tanto el conector como el portátil. Genial. Oh, oh, pero cuando hago clic en «imprimir factura» me encuentro con dos enlaces que pensé que serían para cada uno de los dos productos. Sin embargo, aquí comienza la sorpresa:

  • el primero abre un pdf de dos páginas, la primera con la factura del portátil pero en la que falta el número de factura y la segunda con el albarán de entrega del conector pero no la factura en sí
  • el segundo abre un pdf de una página con ¡de nuevo la factura del portátil esta vez sí con número pero en otro formato diferente y con el IVA mal anotado!

Joder, vaya desaguisado. Como es un poco lío el asunto decido contactar por teléfono en vez de hacer la solicitud de cambio por escrito usando sus procedimientos (al ser dos productos de un mismo pedido el sistema de Amazon se empeña en que hables de un pedido y no de productos individuales). Me cuesta encontrar el número de teléfono al que llamar porque en realidad no es así como funcionan. Amazon te llama a ti. Eso sí, de forma inmediata.

He hablado y cruzado correos con Yancy, Ioana y William C. En estas conversaciones he explicado lo que pasaba y solicitado modificación de factura del portátil por un lado y que me envíen factura del conector por otro. El primer caso le atañe a Amazon, que es quien tiene que facturar, mientras que el segundo es un proveedor el que la emitirá. Esta segunda, tras insistir tres veces, acaba llegando con los datos correctos, pero la de Amazon ¡tontuno me ha dejado!

Tras insistir por segunda vez me llega factura rectificativa… ¡de un número de factura que no veo por ningún lado pero que es la que faltaba en la primera de las dos que me enviaron por el portátil! Pero es que, además, en esta nueva factura ¡no indican el CIF de mi empresa! Vuelta a hablar con Amazon. Hay que indicar que cuando te envían esa factura rectificativa te avisan de que no contestes a ese correo porque no acepta respuestas con lo que tienes que empezar de nuevo a explicar lo mismo. Yancy, Ioana… chicas a las que me costaba entender alejadas del acento típico del castellano de Valladolid 🙂

Solicito nueva factura con mi CIF y, ¡¡¡no!!! ¡Me llega pero en la cantidad que indica el IVA de nuevo se vuelven a equivocar! En vez de 142,03 indican 42,03. Se han comido el número 1 inicial. Y, claro, entonces uno se pone a pensar. A ver: ¿esto no está automatizado? ¿Alguien está tecleando 42,03? ¿No es una fórmula en una aplicación? En fin, dos facturas por el mismo producto, una siguiente factura con el desglose de IVA equivocado, otra a continuación en la que olvidan poner el CIF y otra más, para terminar el despropósito, en la que la cantidad de IVA es incorrecta.

Todavía sigo pensando cómo funciona este gigante que facturó en 2105 la friolera de 55 millones de euros. Hasta ahora había tenido algunos problemas para conseguir que algún que otro proveedor te emita factura con los datos necesarios, pero nunca me había pasado con Amazon como tal. Desespera que debas hacer la gestión de nuevo cada vez. Pero es lo que hay. Son daños colaterales del supuesto progreso. El proceso, de Kafka, más vigente que nunca.

Y por vergüenza me callo cómo ha terminado todo esto. Pero ha terminado 🙂

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4 comentarios

Venan 02/01/2017 - 15:19

Tiene toda la pinta de que su procedimiento no lo permite de manera automatizada y alguien ha tenido que hacer algo a mano para satisfacer las necesidades del cliente, aunque lo haya hecho mal. Y no, no te de vergüenza luchar contra un sistema pensado sólo para automatismos y no para personas.

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Julen 03/01/2017 - 07:14

De verdad, Venan, que la experiencia ha sido kafkiana. Y ya sabes tú cómo ha acabado, que os lo comenté el otro día… Buff, vaya tela.

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Jesús Mari 02/01/2017 - 23:52

Asi es. Yo la he tenido con sus mensajeros que son ASM pero en Vitoria actúan como GLS, localizarles imposible. Posterior queja en kontsumo de Gobierno Vasco, ni caso archivada la denuncia. Resultado resignación y mucha mala leche
Muy bien contado tu post, da para un monologo.
Un saludo
Jesús Mari

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Julen 03/01/2017 - 07:16

Pues vaya esperpento, ¿no? No poder localizar a quien te envía el paquete, vaya broma. En mi caso, respecto a envíos no he tenido problema alguna, pero este último caso me ha parecido increíble: de no verlo, no creerlo 0_0

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