El RACE quiere evitar las muertes que provocamos los ciclistas

by Julen

Bike
El Real Automóvil Club de España dice en el apartado de Valores de su página web que «representa y defiende a los automovilistas ante organismos e instituciones nacionales e internacionales, fruto de la experiencia y el conocimiento del RACE en materias como el deporte del motor o la normativa de tráfico». Pues eso, que está para «promover el motor«, como bien explican. Así que supongo que en su labor de defender a quienes conducimos un vehículo han pensado que las bicicletas son el enemigo y que hay que regular su uso en las carreteras por el enorme riesgo que suponen para los peatones conductores.

A estas alturas de partido, son cada vez más las experiencias positivas que promueven el uso de la bici como medio de transporte. Pues bien, ante el aumento del número de muertes provocadas por accidentes de tráfico los del RACE nos salen con esta joya: hacer extensivo el carné por puntos a los ciclistas y obligarles a la posesión de un seguro y de una matrícula. Potenciales delincuentes, eso es lo que somos quienes andamos en bici. Y potenciales asesinos, como todo el mundo sabe. Provocamos cada vez más muertes y hay que parar al monstruo antes de que gane la batalla de la movilidad urbana al vehículo de motor.

Desde luego que todo es cuestión de civismo. La prioridad debe ser siempre: peatón, ciclista, coche. Pero puestos a evaluar la peligrosidad de los artefactos que conducimos, parecería que una bici de diez o veinte kilos no tiene nada que hacer ante un bicho de 1.500 o más. A más de treinta kilómetros por hora, en un choque contra un vehículo a motor, la estadística nos coloca en nuestro lugar: muy probablemente en el cementerio. Pero por supuesto que somos un incordio para el sacrosanto vehículo a motor, que debe reinar por los siglos de los siglos.

Andreas Daalsgard en su documental The Human Scale ya nos mostró cómo la planificación urbana nos lanzaba a un determinado tipo de movilidad. Las ciudades han sido concebidas en su mayor parte pensando en un coche, un lugar de trabajo (oficina o fábrica) y una vivienda. Y no solo esto, ese coche sigue siendo objeto de culto y situado al frente de una escala de valores que da miedo. Como bien recoge Dani Cabezas en su reciente libro La revolución silenciosa, los mensajes publicitarios de quienes fabrican y venden coches son toda una declaración de intenciones:

  • Conducir es un deporte extremo (Nissan Juke)
  • Diseñado para dominar la ciudad (Mercedes Clase A)
  • Tu tiempo te pertenece (Renaul Espace)
  • Contágiate de libertad (Mercedes GLA)

Pues bien, el RACE echa más madera. El ciclista necesita carnet por puntos, seguro y matriculación. No sirve solo con arrinconarlo mediante la planificación urbana (el lado amable) o matarlo de vez en cuando mediante atropellos (la versión más cruel). Según datos que aporta Dani Cabezas en su libro, en España se producen 11.000 atropellos, de los cuales 10.000 tienen lugar en vías urbanas. Contemos las muertes provocadas por ciclistas. Ahí está el problema. Ver para creer. Que se entere esta gente del RACE: mucho mejor nos iría si hubiera más bicicletas y menos coches.

Y por si acaso no queda claro: aquí la respuesta de ConBici a la propuesta del RACE. La suscribo en todos sus puntos.

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2 comentarios

terrabiketours 22/03/2019 - 14:35

Yo que soy usuario de bici no me parece mal un carnet por puntos en bici. Pero se tiene que seguir apostando como en Barcelona por carriles bici y movilidad sostenible.

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Julen 24/03/2019 - 06:26

+1 🙂

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