Inercia

by Julen

Speed

Continúa y a simple vista no parece haber manera de cambiar el rumbo. Aunque no haya timón. Nadie parece capaz de modificar algo que no existe. Sin hacer nada, se hace. Sin empujar, sin esfuerzo, sin decisión alguna. Una energía que se diluye para ser parte misma del sistema. Recursiva, insistente.

El esfuerzo por cambiar resulta descomunal. Un leve movimiento que modifique la secuencia prefijada se convierte en un trabajo titánico. El fracaso sentido una y mil veces. Un querer y no poder. Una lucha demasiado desigual como para dar ánimo. Las sombras lo invaden todo. Sabes que estás atrapada.

Claro que siempre hay pensamientos de cambio. Ensoñaciones, momentos en los que el pensamiento juega fuera de la rutina. Sí, momentos pasajeros de euforia. Pero de la misma forma que vienen, se van. Y con cada oleada, todo vuelve más espeso. Cada fugaz idea de cambio que no progresa alimenta al monstruo.

Queda la paciencia. La derrota. El sentimiento de reconocer lo imposible y de llevarse bien con ello. Con cierta amargura. Sin embargo, la sensación de que un día pudieras romper esa inercia en cuyas aguas navegas te mantiene viva. No lo olvides.

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2 comentarios

Julio 31/12/2017 - 18:02

Vuelvo a leerlo una vez más y cada vez quedo más perturbado y convencido , me encanta lo duro y real que es , con todo el dolor de mi corazón «sentimiento de reconocer lo imposible y llevarse bien con ello»
Muy bueno.

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Julen 02/01/2018 - 09:13

Muchas gracias 🙂

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