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Con los años mi colaboración con la universidad ha ido girando hacia una mayor dedicación a LEINN, el grado liderazgo emprendedor e innovación, que ha removido los cimientos de la oferta educativa de Enpresagintza, la Facultad de Empresariales de Mondragon Unibertsitatea. Al margen de un taller sobre competencias digitales y redes sociales que imparto junto a Naiara Pérez de Villarreal a leinners de segundo curso, mi dedicación tiene que ver sobre todo con leinners de último curso, quienes están en plena vorágine de sus procesos de startup. Ahí en un taller de 12 horas trabajamos lo digital y la presencia de sus proyectos en Internet.

Esta semana y la siguiente desarrollaré tres talleres para los labs de Oñati, Bilbao e Irún. Como quiera que lo de digital transformation y digital business model se ha convertido en un auténtico hype (¡¡toma anglicismos, Moreno!!), me he parado a escribir algunas ideas que me sirven como orientación para esos talleres y, al mismo tiempo, al exponerlos aquí, admiten controversia.

Hoy «digital» es un apellido que quizá no aporta nada. Porque no puede sino entenderse como un elemento transversal que lo recorre todo. Y da igual hablar de negocios, objetos o personas. En 2016 escribir digital es escribir en presente. Cierto que el futuro parece que también va a ser digital, pero la velocidad de los cambios nos debe prevenir contra los gurús que predicen lo que sucederá. Puede que nos valgan sus predicciones para mañana por la mañana, pero para la tarde quizá queden descabalgadas por los acontecimientos.

Dicho todo lo anterior, voy al grano. Escribo aquí un decálogo de mi pensamiento actual sobre el asunto. Allá vamos.

  1. Continúa vigente aquella frase lapidaria de Lawrence Lessig de que no había interruptor que nos pudiera desconectar de Internet. Actualizada al momento actual, sería tanto como decir que no hay proyecto, negocio o startup que no sea digital. Otra cosa es cómo se interpreta en cada caso.
  2. La profundidad y extensión de lo digital pasa por las actitudes y competencias de quienes llevan adelante el proyecto. Un negocio, sea del sector que sea, es digital en la medida en que quienes lo lideran se sienten digerati.
  3. Digital admite grados y permite que en un mismo sector, afectado por un determinado grado de digitalización, convivan organizaciones con apuestas diferentes por lo digital. Habrá quien lo sienta dentro de su ADN y quien lo gestiona de manera menos identitaria.
  4. Las dinámicas de ensayo y error en lo digital son fundamentales. Aunque no siempre la peor decisión es la que no tomas (a veces conviene estar a la penúltima y no a la última, que diría mi buen amigo Josu Orbe), sí que parece evidente que lo digital hoy es territorio de activistas. No es lo mismo saberse la teoría que practicarla.
  5. Si lo digital «cuesta» (por actitud casi siempre) y en un DAFO descubres más ítems relacionados con esta cuestión en la parte de amenazas y debilidades, quizá convenga que busques compañía. ¿Hay alguien en el sector o en tu cadena de valor con quien aprender y con quien complementar capacidades? Con amigas/os siempre es más fácil.
  6. Los supuestos grandes del management, los McKinsey, MIT y compañía, siempre son referencias útiles para leer y comprender cómo están entendiendo la jugada de cara a mejorar sus cifras de negocio. ¿Cómo lo están entendiendo?, ¿qué motos venden? Sí, interpretar el momento actual también pasa por seleccionar buenas fuentes y tratar de estar al tanto de lo que pasa y de lo que se predice. Para bien o para mal lo digital se mueve al son de lo que dictan este tipo de lobbies.
  7. No entiendo lo digital sin dosis importantes de crítica. Si no, nos van a colar goles por los cuatro costados. Es fácil ver la panacea en lo digital: reducción de costes, personalización de producto, entregas más ágiles. Mil y una promesas… que luego cuesta traducir en certezas. La crítica es fundamental: tanto por el lado ético (privacidad, por ejemplo) como por el de resultados.
  8. Lo digital conduce a mejoras globales, muchas veces relacionadas con la colaboración entre varios agentes de una cadena de valor y no tanto con el logro de uno en particular. Esto «abre» los negocios para que los datos se muevan rápidos en sistemas de información compartidos. Todo un reto de innovación y de empresa abierta.
  9. Los departamentos de sistemas de información están en una encrucijada. Leía hace poco creo que en algún artículo de McKinsey que de ir «por detrás» del negocio ahora deben colocarse «por delante». Buff, menudo desafío. Y sí, me temo, que en la mayor parte de las ocasiones, no va a ser el caso.
  10. Hay que mirar a los clientes y a los clientes de los clientes. Hay que tirar de psicología, de sociología, de antropología pero con las gafas de lo digital. A fin de cuentas son ellos quienes pagan las facturas y quienes dicen hasta qué punto quedan satisfechos y si volverán a comprar. Empezar lo digital desde el cliente siempre es una opción interesante.

Pues eso, más o menos son ideas que van y vienen dentro de mi cabeza y que, escribiéndolas, como tantas otras veces, me ayudan a diseñar esos talleres de los que os hablaba. Luego, sometidas a contacto directo con quienes llegan henchidas/os de espíritu emprendedor, reciben su dosis necesaria de realidad. Ya escribiré por aquí cómo van las cosas.

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5 comentarios

Josi Sierra 17/10/2016 - 13:45

Q bueno Julen:
si a ti escribiéndo las ideas te ayudan a diseñar esos talleres… a la gente que te leemos… nos das que pensar! 😉
Hoy casi todo es YA digital y las gafas que tu anuncias, para mirar a los clinetes y a la gente, con los colores de la psicologia, de la antropologia, de la sociologia…. nos van a venir fenomenal!
Eskerrikasko por pensar en alto! #ThinkOutLoud
Josi

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Julen 17/10/2016 - 21:44

Tú eres alumno aventajado, Josi 🙂

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Juan Carlos Páez Núñez 18/10/2016 - 05:07

Hola Julen, muchas gracias por compartir este post. Muy útil para mí, que estoy en medio de un proyecto digital. Saludos y enhorabuena.

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Julen 18/10/2016 - 08:33

Me alegro de que sea útil. Un saludo.

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Anotaciones para nuevas realidades (XXIV): el ADN de lo digital | IG | In-formación 20/10/2016 - 10:18

[…] del decálogo de Julen Iturbe sobre su enfoque de la transformación […]

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