13- El Barco de Ávila-Miranda del Castañar #TransIberiaMTB

by Julen

Pasadizo verde

Dándole vueltas a la etapa de ayer está claro que no fue mi mejor día. Creo que influye también el calor porque a más de 35 grados mi cerebro no carbura ya demasiado bien. En realidad tengo todo el tiempo del mundo para terminar las etapas porque comenzando antes de las siete de la mañana, como hago, la mañana da mucho de sí. Pero el calor extremo y las largas caminatas empujando y/o porteando la bici me dejan KO anímicamente. Bueno, ya habrá tiempo de hacer balance para ver cómo afrontamos próximos proyectos.

Muy a gusto en el hotelito de El Barco de Ávila. Se llama Bellavista y está en la entrada al pueblo por la carretera que viene de Pedrahita. Desde la habitación, con su pequeño balcón, veo al fondo la Sierra de Gredos. Muy amables en recepción y en la cafetería.

Los 38 grados de las seis y media de la tarde no animaban a que la gente paseara por el pueblo, claro está. Yo me acerqué hasta el Tormes y su puente románico tan lustroso porque allí pegaba un poco de brisa y a la sombra de sus árboles de ribera se sobrellevaba bien el calor. Pasé también por su plaza porticada, su iglesia de la Asunción y el castillo de Valdecorneja. Pero hasta ahí llegó mi periplo. Me volví al hotel a sestear un rato antes de la cena.

Como de costumbre,  un poco después de las seis y media ya estaba pedaleando. De entrada la etapa nos regala el puerto del Tremedal de 1.637 metros de altitud. Un agradable paseo por una carreterita olvidada de la mano de Dios y en la que hago buenas migas con los trillones de pequeñas mosquitas que me acompañan en la subida. Se ponen delante de los ojos, otras zumban junto a las orejas y las más osadas se posan, da igual que sea pierna, brazo o gafas. Un placer cuesta arriba, hay que reconocerlo.

Las vistas en el paso de montaña son espectaculares. Se divisa al frente buena parte de la ruta que nos espera. Y hacia atrás Gredos, de donde venimos. Bajada gloriosa hasta Becedas aunque con la tristeza de no llevar la compañía de esa alegre jauría de moscas. Lástima.

Llegar a Becedas y empezar a coger los típicos senderitos ¡embarrados! La ruta me lleva por un pequeño arroyo y no hay más. Me pongo hecho un cerdo, la verdad. La fiesta continua al pasar una carretera y seguir con la traza del GR10, que es ya como de la familia. Cuestas imposibles para que empuje de nuevo la bici. No podía faltar la sesión de pie a tierra cotidiana. El camino sale a la carretera que sube a La Covatilla, un puerto que ascendí hace unos años cuando anduve por esta zona. La ruta cruza y sigue para abajo hacia Navacarros para entrar por la parte alta de Candelario.

Hacemos parada técnica para incorporar al cuerpo una tostada de pan con tomate y media ración de jamón ibérico, que ya me lo he ganado. Eso sí, el jamón era casi transparente de lo fino que lo habían cortado. Pero, en fin, rico rico. Contestamos algún que otro correo y añadimos al calendario los días en que nos han asignado talleres de redes sociales con las chicas y chicos de LEINN. Que no se diga que no trabajamos en plena ruta jeje.

Vamos hacia Calzada de Béjar por todo un repertorio de caminos. Primero bajamos un vía crucis hasta Béjar (una cuesta de la leche), luego cogemos una senda que da a parar a una vía de tren que nunca funcionó, después bajamos por un sendero precioso en forma de túnel de vegetación hasta cruzar el río Cuerpo de Hombre y finalmente enlazamos con la Vía de la Plata. Variedad, desde luego.

Como ayer, los últimos kilómetros decido hacerlos por carreteras. No hay nada de tráfico y son agradables por la dehesa que ha perdido su verdor y ahora es toda amarilla. El termómetro se ha ido a los 41 grados. No está mal para los 12 de mínima que teníamos por la mañana. Con estas temperaturas meterse en tramos de empujing o de porting como que no. Eso sí, había que cruzar el río Alagón lo que ha supuesto un sube baja considerable. De hecho el desnivel acumulado no desmerece al de otros días: más de 1.700 metros. Vamos, lo normal.

Hay que pasear por Miranda del Castañar, un pueblo con recinto amurallado del siglo XIV y que presenta un galimatías considerable de callejuelas y pasadizos. Ya os contaré. Buff, qué sueño.

 

Últimas fotografías en Instagram #TransIberiaMTB

[wdi_feed id=»1″]

< < Etapa anterior | Etapa siguiente >>>

Enlaces con material complementario

Artículos relacionados

1 comentario

14- Miranda del Castañar-Serradilla del Llano #TransIberiaMTB | Consultoría artesana en red 05/08/2016 - 17:17

[…] < < Etapa anterior | Etapa siguiente >>> […]

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.