Sol

by Julen

Sun

La falta de costumbre. Sol, sol, sol. Día sí y día también. Da igual que pudieras preverlo. El caso es que se repite la misma historia. Una monotonía que lo envuelve todo y que induce al sopor. Sabes que hay obligaciones, pero enseguida quedan sepultadas por este calor que te adormece.

Imaginas días de invierno y frío, desapacibles, entregados a un mar que reclama su carácter. Pero cuesta tanto. Imaginas la tormenta. La playa engullida por las olas. Las dunas que retroceden. Sucede muy de vez en cuando pero tiene que ser un espectáculo.

Ahora ahí fuera el día se retuerce preso del sol. No dispone de escapatoria alguna. Sabe cómo va a terminar, entregado a la constancia inmisericorde de quien campa a sus anchas. Sol, sol, sol. Unas nubes que quieren jugar a lo imposible. Aparecen de la nada y vuelven a ella en un momento. Cielo azul. Mar azul.

Así que cuando te cuentan esas historias de un mar embravecido, callas, bajas la mirada y escuchas. El viejo insiste una y otra vez con su narración. La ubica en el tiempo, en un momento preciso. Todos lo recuerdan. Por inaudíto, porque aquel día la lógica sucumbió a manos de no se sabe muy bien qué enfado de la naturaleza. Algo habrían hecho. El sol aquel día desapareció.

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