Las cooperativas y el dinero

by Julen

Euros
En esta parte del sur de Islandia una empresa está para lo que está. ¿Que para qué? Pues para ganar dinero. Claro que desde hace un tiempo dicho así a lo bestia no vende. Así que ha habido que inventarse un buen número de flores bonitas alrededor. Todas ellas proyectan otra idea de la empresa. No es ganar dinero. Bueno, sí, pero no solo. Es también contribuir a que el planeta aguante mejor el transcurrir del tiempo y que de paso la sociedad evolucione a mejor debido a que las empresas impulsan la justicia social. Vale.

Pero hablemos de cooperativas, que de esto va el artículo. Una cooperativa es una empresa. ¿Para qué está? Pues para ganar dinero. No, no. Espera. Aquí hay algo más. Una cooperativa es cierto tipo de empresa. Eso es. El balanceo entre los resultados económicos, sociales (se evalúe esto como se evalúe y quiera decir lo que quiera decir) y medioambientales es el que habla de que, efectivamente, es un tipo de empresa con sensibilidad. Y otra vez, entienda usted sensibilidad como crea conveniente. Pero, entonces, la cooperativa tiene que ganar dinero, ¿no? Pues va a ser que sí.

¿Cuánto dinero estaría bien que ganara una cooperativa? Bufff, la pregunta del millón. En general, se habla bien de las cooperativas que ganan dinero. En MONDRAGON están en boca de todo el mundo. Hay ciertas cooperativas que por la razón que sea han generado unos resultados económicos ciertamente relevantes. ¿En qué se traduce que una cooperativa gane durante una serie de años consecutivos mucho dinero? Entre otros asuntos, en que las cuentas de las socias y socios de esa cooperativa no están nada mal. Ya lo creo que crecen.

¿Dinero conduce a más dinero? Quiero decir: cuando una cooperativa gana mucho, ¿el tema dinero ocupa más y más ancho de banda de esa cooperativa? Bueno, el caso es que el capital de cada socio puede variar considerablemente de una cooperativa a otra. Y los intereses de esos capitales lo mismo. Que una persona socia abandone una cooperativa y se lleve su abultado capital puede ser un problema si se le devuelve en un único pago. O sea que más dinero conduce a mayor preocupación por el dinero, tanto desde la perspectiva del socio como de la cooperativa. Ya me imagino el típico consejo rector donde el 80% del tiempo se va en hablar de ¡dinero!

Pero volvamos al lado idílico. Uno de los principios del cooperativismo de MONDRAGON es la solidaridad. Y una de sus manifestaciones es la reconversión de resultados. Quien gana detrae de sus resultados una parte para entregarlo a quien pierde. Estupendo. ¿Y si todos los años toca dar? Será un caso raro. Ya, pero si se diera, ¿cómo se lo tomarían en la cooperativa?

Son reflexiones, nada más. El lado humano de la cooperativa también tiene que ver con el dinero. Supongo que debe de existir algún punto medio entre la solidaridad y la corresponsabilidad pero quien gana mucho dinero vive en el filo de la navaja. ¿En qué filo? En el de olvidar la solidaridad. ¿Por qué? Porque la esperada reciprocidad, si no llega nunca, si nunca me han dado, mina la moral de la mayor parte de la especie humana. ¿No están entonces las cooperativas, como empresas que son, para ganar dinero? Va a ser que sí, pero de una forma ética. O relativa. O no excesiva. O incluso para de vez en cuando no ganar.

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2 comentarios

Josu Orbe 30/04/2016 - 20:08

En todos los sitios y modelos se pueden hacer las cosas bien, medio-bien o mal y en este sentido creo que, por ejemplo la diferencia del tratamiento de un problema parecido en Fagor Electrodomésicos y en Arcelor-Mittal o Sidenor puede ser un buen comienzo para comprender lo que es el valor del trabajo solidario en Mondragon; independientemete de que en todos los sitios cuecen/cocemos habas.

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Julen 03/05/2016 - 20:20

Quizá tenemos que apreciar más lo que tenemos, pero también creo que tenemos que hacerlo evolucionar. Conviene mirar al futuro pensando que es probable que nos obligue a cambiar lo que traemos del pasado. No todo, por supuesto, pero hay que abrir más las ventanas y dejar que corra el aire. Es mi punto de vista, pero desde luego que está ahí para rebatirlo 🙂

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