En sueños

by Julen

Misión imposible

Las escenas se agolpan, se pisan unas a otras. Personas y personajes se mezclan en un delirio brutal. La geografía se derrite y se entremezcla en imposibles que, sin embargo, emergen de la manera más natural. Un río que nunca ha existido ni existirá pasea sus aguas tranquilas entre calles empedradas que se empeñan en decir que son lo que nunca podrán ser.

Los sueños parecen un agujero mediante el que centrifugar cualquier detalle de realidad. Un torbellino que los atrapa para someterlos a una transformación anárquica. Se sabe cómo entran pero no cómo salen. Incluso las personas mudan identidades, reviven o se empeñan en hacer lo que nunca harían en vida.

Hay noches más agitadas que otras. Noches que sirven para aplicar más revoluciones al centrifugado. Sin aparente causa, de repente todo se precipita. La sucesión de momentos y personajes explota. Un hilo argumental que escapa a cualquier imaginación. Se reconstruye con giros que nadie espera. Otra realidad que se puede sentir y tocar hasta que llega el final, tan abrupto como el resto del guión.

Más tranquilo, la mañana me deja sin embargo un estado de cierta inquietud. Las personas convertidas en personajes hace unas horas esperan de nuevo ahí fuera, en lo que supone vida real. Son y serán incapaces de comprender por qué se han visto sometidas a semejante estropicio. Pero solo ha sido un episodio. Tampoco saben que serán las marionetas del próximo espectáculo onírico. Uno para el que no hay entradas porque se queda en la intimidad de uno mismo.

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