Actualización.- Podéis encontrar otra crónica de esta etapa en Pedalíbero, el blog de Juan Manual Muñoz Luque. Como gran conocedor de la zona, nos aporta muchos detalles y unas estupendas fotografías 🙂
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Pues ya hemos llegado a la última etapa de esta ruta por el Algarve. Ayer, para no ser menos, cenamos como si se fuera a acabar el mundo. Bueno, al menos yo. Pan con mantequilla (vaya vicio de pan, por cierto) al que siguió una sopita, ensalada, bacalao con patatas y pimientos, panceta con arroz y dos postres, primero una macedonia y luego un dulce típico con masa frita con miel. Nada, siete millones de calorías, más o menos. A la mesa de los ocho habituales además se unió un senderista portugués con el que hablábamos en inglés. No os voy a contar la nochecita que he pasado a cuenta de semejante atracón…
En la tele daban un partido de fútbol de Portugal contra Bulgaria y los lugareños estaban -todos hombres, claro- reunidos viéndolo. Caras largas porque perdió la selección lusitana con penalti fallado por Ronaldo. Qué pena.
Los comentarios sobre la etapa de ayer recordaban la dureza del trazado. ¿Quizá excesiva? Mucho tiene que ver con la forma física pero es cierto que la repetición del mismo tipo de bajada y posterior subida minaba un poco la moral. Parecía que nunca iba a acabar. Así que la opción más inteligente era la de tomarse las subidas con mucha calma y disfrutar de las bajadas.
La etapa de hoy nos ha conducido de vuelta a Vila Real de Santo Antonio siguiendo un trazado que ha abandonado la Vía Algarviana, que sigue hasta su final en Alcoutim. Nosotros hemos tomado rumbo sur guiados por Juan y sus colegas quienes tienen por costumbre rodar por aquí tanto en carretera como por el monte. Así que en un cruce de caminos hemos dejado la Vía Algarviana a la izquierda y nosotros hemos seguido por la derecha. Quedan un puñado de kilómetros para otra ocasión.
La salida de Vaqueiros nos lleva por una pista agradable entre la niebla y los inmensos jarales que predominan por la zona. Como rodamos en ligera bajada los kilómetros pasan muy deprisa. A ello hay que añadir un buen tramo de carretera para acelerar aún más la etapa de hoy. El resultado: en menos de dos horas estamos a los pies del embalse de Odeleite con la mitad de la etapa ventilada.
Seguimos ruta para bajar pegados al Guadiana por pistas y senderos de su ribera portuguesa. Se hace entretenido y como la ruta es llevadera permite que vayamos juntos de cháchara. Nada que ver con los agobios de ayer que requerían concentración y esfuerzo. Una nueva parada en Azinhal para doparnos con florentinas, unas almendras caramelizadas y tostadas riquísimas, ha supuesto el último avituallamiento sólido en ruta. Todo un homenaje.
Y en esto que el Guadiana se ensancha aún más. Se acerca a su final en el Atlántico y con él el fin de este periplo portugués. Un placer haber compartido con esta buena gente la ruta. Hasta la próxima, colegas.
Distancia recorrida: 64, 7 km. Desnivel acumulado: 525 m. Tiempo de pedaleo: 4h 03 min.
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Enlaces con material complementario
- Enlace a datos de la etapa en Garmin
- Todas las crónicas de la ruta publicadas hasta ahora
- Mapa con las fotografías geoposicionadas
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