10 recuerdos de la ruta en MTB por El Algarve #AlgarveRSS

by Julen

MiradorCordoama.jpgDe nuevo en casa, un momento para repasar esta nueva ruta en MTB de la serie Rodamos Suave Suave. Esta vez han sido 8 etapas por El Algarve, allá en Portugal, tres recorriendo la costa en dirección oeste y cinco de vuelta a través de la Vía Algaviana, con un pequeño desvío final para volver a Vila Real de Santo Antonio, lugar de inicio y fin de este proyecto.

Dos formas de conocer la región: la costa explotada turísticamente al máximo y el interior que vive al ritmo pausado de sus tradiciones. Los acantilados alrededor del Cabo de San Vicente, tanto hacia el norte como hacia el este son espectaculares, no hay duda. A medida que las pedaladas te acercan a ese extremo del territorio continental las marismas van dando paso a murallones de color ocre que esconden hermosas playas. Al final, ese ocre se convierte en el gris de una piedra más recia. La sucesión de arenales entre semejantes farallones ofrece unas vistas arrebatadoras.

El interior, en cambio, es una interminable sucesión de lomas. No hay cumbre que llegue a los mil metros de altitud pero el terreno es una sucesión constante de valles más o menos cerrados entre montes muchas veces de escasa vegetación arbórea. El eucalipto y el monte bajo mandan aunque hay zonas de alcornocal que proporcionan entornos más umbríos (me acuerdo por ejemplo de la bajada hacia Monchique). Para quienes venimos del norte de la península el paisaje resulta bastante descarnado.

La Vía Algarviana te conduce por parajes con muy poco contacto con los pueblos. No es raro que en veinte kilómetros no veas civilización y cuando la ves puede que sea un caserío perdido habitado por gente de la Europa del Norte, esa que aterrizó por aquí en busca de un clima más benigno. En fin, por aquello de centrar la mirada en una lista contenida de recuerdos, me quedaría con estos diez:

  1. El sendero por las marismas del Alvor, un caminito estrecho que te hace sentir casi como si fueras levitando sobre la marisma.
  2. El mirador de la playa de Cordoama, donde uno puede comprender el esplendor de la costa vicentina.
  3. La tosta mixta en un bar de Cachopo: nunca un pan tostado, mantequilla, queso y fiambre me supieron a semejante gloria. A veces lo sencillo se hace excelso.
  4. La bajada hacia Monchique por un sendero que jugueteaba a las curvas entre los alcornoques.
  5. La Picota, con su cumbre defendida por grandes rocas que nos obligaban a portear las bicis hasta la cima.
  6. La lluvia, el granizo y la tormenta que nos acompañó durante cerca de tres horas a la salida de Sagres.
  7. El viento de noroeste que nos hizo volar pegados a la costa vicentina hacia el sur, paralelos al mar hasta llegar a Cabo de San Vicente.
  8. La marisma y la solitaria playa de Boca de Rio, un lugar mágico donde dejar pasar el tiempo.
  9. La subida hasta Barranco Velho, todo un reto para el plato pequeño y el piñón grande.
  10. Esa manera de pronunciar Bon dííííía, con un «i» que se llena de afecto y de ganas de alargar la jornada. A veces algo hosca, parece buena gente la de esta esquina del sur de Islandia.
  11. La compañía de los amigos: Juan, el capitán de los mapas, Antonio, el increíble ciclo cross man, José Augusto, gastrobiker refinado, Javier, todo un seguro MacGyver, Fran, una cerveja mais por favor,  Alberto B, oh deleite de risas con semejante doncella, y Alberto E, el señor que no usaba el plato pequeño. Cada cual a su ritmo y con su temple, un placer compartir pedales juntos.

Sí, salen once, no podíamos dejar de añadir ese último recuerdo, el de quienes han sido compañeros de pedaladas. Pues eso, ya estamos pensando en la siguiente ruta. En breve informamos sobre las alternativas.

Relación de etapas

  1. Vila Real de Santo Antonio – Quarteira
  2. Quarteira – Lagos
  3. Lagos – Sagres
  4. Sagres – Marmelete
  5. Marmelete – Silves
  6. Silves – Salir
  7. Salir – Vaqueiros
  8. Vaqueiros – Vila Real de Santo Antonio

Datos de resumen

  • Distancia recorrida: 586 kilómetros
  • Desnivel acumulado: 9.000 metros
  • Tiempo de pedaleo: 40 horas

Son aproximados debidos a algún que otro pequeño error del GPS y del humano que lo usaba.

Enlaces con material complementario


Vídeo elaborado por Alberto Etxeandia

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3 comentarios

Alberto E. 28/03/2016 - 20:15

Un estupendo resumen pero incapaz, claro, de contener los miles de pedaladas, la arenilla que se pegaba a las ruedas, el viento en la cara y en la espalda, el sol de frente, los pies en el agua al vadear más de un arroyo, las risas en las bajadas y el sudor en las subidas, las muchas subidas. El piri piri, los buenos vinos portugueses, las florentinas, las delicias porcinas, las torradas y el pan, el buen pan que nos ha acompañado durante todos los días quedan en el recuerdo. Y la buena gente que nos hemos encontrado: los solitarios senderistas, el hombre de buen vivir de Portimao, la vendedora de fincas de la Picota y toda aquella que nos abría sus wifis en todas partes. De los compañeros se podría decir mucho más pero basta añadir que nos lo hemos pasado de lujo, un buen equipo.

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Julen 29/03/2016 - 16:03

Pues ya estamos pensando en la siguiente :-)))

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Llegó el día D: la defensa de la tesis doctoral | Consultoría artesana en red 12/07/2018 - 06:05

[…] que vienen enseguida momentos clave a lo largo del doctorado. Entre otros, una ruta por el Algarve portugués donde comenzó a fraguar la idea de hacer un doctorado alrededor de la bici de montaña. Aunque […]

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