La locura del solucionismo tecnológico, de Evgeny Morozov

by Julen

Wer kann die neue Zukunft machen?Siempre es una tentación sobrevalorar lo que la tecnología es capaz de ofrecernos. ¿Por qué? Porque sirve para llenar muchos titulares con grandes promesas y porque apunta a satisfacer cierta necesidad humana de pensar que (casi) todo se puede dominar. El control del ser humano sobre la naturaleza pasa por el simple hecho de que las tecnologías que somos capaces de crear someten de alguna forma a las leyes de lo que «debía» ser. La humanidad lo es en tanto que crea tecnología. Sí, hay que reconocerlo: la tecnología nos define (también) como especie humana.

Los progresos son más que evidentes. Aunque haya quienes se aparten del progreso voluntariamente, la inmensa mayoría de las gentes de este planeta prefieren introducir la tecnología en sus vidas hasta donde sea posible. Y quizá sea aquí, en esta expresión de «hasta donde sea posible«, que comienza el debate. ¿Dónde están los límites y por qué conviene no fiarlo tanto a la tecnología?

Por una parte es más que evidente que progreso social y progreso tecnológico no se comportan como líneas paralelas que circulan muy cerca la una de la otra. La asimilación social de la tecnología requiere otros tiempos. Pasa por ejemplo con el vehículo sin conductor. Una cosa es que la ciencia lo ponga sobre el asfalto pero otra muy diferente modificar todo el cuerpo normativo (¿se puede multar a las máquinas o no tiene sentido?) o aceptar que ese vehículo que viene por ahí enfrente no lleve a nadie al volante.

Por otro lado, hay que desplegar un complejo universo de complementariedades entre datos que ofrece la tecnología y decisión humana. En el caso de Big Data el software ofrece correlaciones a partir de una ingente cantidad de datos desestructurados. Bien, pero ¿vamos a decidir sobre la base de correlaciones olvidando nuestra ancestral costumbre de ver causas y efectos? ¿No deberían ser las correlaciones una fuente más de información para que luego el humano decida sobre la base de su experiencia, intuición o como lo queramos llamar? ¿O dejamos que sean las máquinas y su software quienes decidan sobre la base de las correlaciones que detectan?

Todo lo anterior me sirve para introducir un libro que creo merecerá la pena leer. Suelo leer los artículos de Evgeny Morozov en El País y voy a añadir su último libro a la lista de pendientes: La locura del solucionismo tecnológico. De momento me conformo con la entrevista que se ha publicado recientemente: Los datos son una de las más preciadas mercancías. Ahí puedes leer, por ejemplo, una buena reflexión sobre las tecnologías de comunicación de hoy en día:

El motivo por el que la gente comprueba una y otra vez su Facebook oTwitter en el teléfono es que los sistemas han sido diseñados para crear esas dependencias. El modelo de negocio de este tipo de servicios es así. Cuantos más clics hago, más valioso soy; ocurre, casi, como con el condicionamiento de Pavlov. Cuantos más clics míos consiguen, más dinero hacen conmigo, lo que hace que diseñen los servicios para maximizar esos clics. Yo tengo una perspectiva cínica, banal y racional de que el dinero es lo que rige el mundo. Y eso explica el modo en que se conciben los servicios. ¿Que ese sistema nos distrae y dificulta que nos centremos? Por supuesto. ¿Es un problema de los dispositivos inteligentes? No. Es cuestión del modelo de negocio. Me niego a creer que no haya otra manera de generar comunicación entre la gente sin generar distracción.

En fin, que creo que nos conviene leer también a los críticos del «solucionismo tecnológico». Tecnología sí, pero por si acaso desde una visión crítica.

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32 comentarios

Amalio Rey 02/01/2016 - 12:05

Evgeny es una mosca cojonera, de las que me gustan. Ahi va eso: «Yo tengo una perspectiva cínica, banal y racional de que el dinero es lo que rige el mundo. Y eso explica el modo en que se conciben los servicios». De acuerdo con lo que dices. Vamos a tener que repensar mucho este asunto. La locura es evidente

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Julen 03/01/2016 - 06:29

Locura o no, debemos tener cuidado con fiar tanto nuestra suerte a la de la evolución tecnológica. Y si este hombre se pone crítico, mejor. Falta hace en este tumulto en el que viajamos.

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Germán 04/01/2016 - 10:50

Me viene al recuerdo una entrevista con Roge Blasco en la (su) radio en la que comentaba que no tiene móvil. Sin más

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Julen 21/01/2016 - 08:20

Jooooder, vaya joya, el Roge Blasco 🙂

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Iván 08/01/2016 - 23:43

Gracias por descubrirme el autor Julen. Terminé hace unos días de leer «El desengaño de internet: Los mitos de la libertad en la red». Debo decirte que me gustó mucho, creo que que hay partes del libro brillantes, muy interesante como mezcla temas de tecnología con la geopolítica y como subestima el poder real de algunas campañas que se hacen en redes como Twitter o Facebook. Leyendo el libro, uno nota desde el primer momento que está escrito por un tipo muy inteligente 🙂

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Julen 21/01/2016 - 08:14

Yo le suelo leer en El País. Tipo que estimula la reflexión, desde luego 🙂

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