Jornada Irun Open Innovation

by Julen

Irun Open InnovationAyer pasé el día en FICOBA, allá en una esquina de la A8, junto al puente de Santiago en Irún. ¿El motivo? El Ayuntamiento había organizado la primera Jornada Irun Open Innovation. Por lo que explicaron, su intención es continuar con nuevas ediciones en años venideros. Loable empeño el de este municipio que fue el primero en hacerse socio de Innobasque. Será que están comprometidos con la cosa que sea esto de innovar.

Decir que el programa prometía. Una primera mesa sobre innovación de usuario, una segunda jugando con el arte, la cultura y la empresa como aliados para innovar, la siguiente centrada en los límites y oportunidades para la innovación abierta en las organizaciones y finalmente, una ponencia de Ana María Llopís (a la que no pude asistir). Además, supuso la oportunidad de saludar de nuevo a Juan Freire, al que hacía tiempo que no veía, a Javier Creus, Arantxa Mendiharat, Roberto Gómez de la Iglesia o Xabier Gorritxategi. Y cómo no, compartir conversación entretenida con Yuri Noda y Nice Lazpita, con quienes fui a comer, o pasar buena parte de la mañana junto a Aitzol Batiz. Todo muy a gusto.

¿La jornada? A mí me interesaba sobre todo la primera mesa porque es la que apuntaba al centro de mi tesis doctoral. Pero me temo que este tipo de encuentros son demasiado generalistas para lo que uno buscaba. Moraleja: no está de más acudir porque siempre aprendes algo pero hay que bajar mucho la expectativa porque apenas se profundiza en nada. Javi Creus presentó su estupenda plataforma Pentagrowth… que ya conocía de antes; Xabier Gorritxategi centró su exposición, muy cercana y valiosa, en su experiencia personal en H-Enea; y Javier González Vega expuso un estupendo caso de pasión personal (surf) aplicada a su trabajo. Fueron tres charlas que se complementaron a la perfección, dicho sea de paso. La primera con una visión más amplia, la segunda bajando a lo concreto y la tercera con un caso específico. Pero, claro, el tiempo dio lo que dio.

La mesa que giraba en torno al arte y la cultura como desencadenantes de la innovación abierta en la empresa planteó un reto interesante: visualizar mediante dibujos el pensamiento colectivo que aportábamos quienes estábamos dentro de la sala. Conducida la dinámica por Ania Bas, una «artista que trabaja con la gente», generamos una serie de dibujos para reflejar nuestra idea de «producto» y «proceso». También conocimos la experiencia de Sandra Boer, directora de Art Partner, una propuesta similar a la que tenemos aquí vía Conexiones Improbables, de la que hubo ocasión de conocer el proyecto que han desarrollado en Iturria Materiales de Construcción para poner en marcha un espacio donde los estudiantes pueden desarrollar sus proyectos.

Finalmente la tercera mesa se centró en una exposición de Marisa Arriola sobre la aportación de BIC Berrilan y las contribuciones de Juan Freire y David Sánchez Bote, a quienes ya conozco lo suficiente como para más o menos saber por dónde pueden ir sus discursos. Como decía, no pude quedarme a la conferencia de Ana María Llopís.

Por una parte salí contento porque anoté varias ideas que pueden tener recorrido dentro de mi tesis doctoral pero, en general, me pareció un acto con poco foco. Quizá como primera experiencia es que tiene que ser así y hay que reconocer que el valor que aportan este tipo de actos es más de sensibilización que otra cosa. David comentaba la anécdota de que el anterior rector de Mondragon Unibertsitatea, Iosu Zabala, siempre le preguntaba por si esto de la innovación abierta interesaba al tejido empresarial. Vamos a pensar que sí, y que va a más porque el mundo se ha abierto, para bien y para todo lo demás.

De los garabatos de mi cuaderno me quedo con algunas ideas. No todas aparecieron de forma explícita pero algo pasó para que acabaran escritas en mi cuaderno. A boli y subrayadas con rotu verde, en plan tradicional:

  • La relevancia que tiene el producto o servicio para quien lo usa es el punto de partida.
  • La simbiosis como símil de la relación que debe existir entre usuario y profesional.
  • El co-market en tanto plataforma para que sea el cliente/usuario quien desarrolle producto que incremente el valor del conjunto.
  • El matiz del win-WIN, donde sí, ganamos los dos, pero alguien más.
  • Maximizar las posibilidades de acceso de los usuarios a recursos del fabricante.
  • La trascendencia de pasar de las 24h de laboratorio a las 24h horas pensando.
  • La sobreescucha al cliente/usuario: con quiénes y cuándo suavizar o relativizar la escucha.
  • La innovación abierta entendida en dos fases, donde la segunda, la actual, es la que requiere una adaptación más profunda de nuestras organizaciones antes los profundos cambios sociales que vivimos.
  • La importancia de un buen manejo de los incentivos para que los clientes/usuarios participen.
  • La innovación abierta defensiva, aquella que sucede porque «me la exigen» pero que no sale de dentro.

Pues eso, seguiremos acudiendo a jornadas como esta. Donde huela a innovación de usuario… allí nos tendrán. Es lo que toca en estos próximos tres años.

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