Tan breve como esquivo, el instante. La gota, mientras, espera. El precipicio por destino. Un final cierto e inevitable. Pero ¿cuándo? A su lado una compañera de viaje. Las dos leen el final de su obra. Allí lo dice bien claro. No hay alternativa. El precipicio.
Mientras, el sol remolonea en el horizonte. Lo intenta. Pero aún es pronto. El día transita por las primeras estaciones. No hay prisa alguna. Imposible adelantar relojes. Es la ley de la naturaleza. Cuando tenga que ser, será.
Una cárcel transparente para una minúscula porción de agua. Invisible para la mayor parte del mundo. Pero no para ella. Su fotografía de nuevo lo registra. La gota y su amiga, la vecina de atrás. Ambas condenadas pero tranquilas. A la espera de la explosión final. A la espera de reventar.
No hay nada nuevo. Un proceso miles de veces repetido. El frío, el alba, los primeros rayos de sol. Adiós. Un ciclo implacable. Una vida corta y escondida. La gota, sin embargo, no desespera. Disfruta de todo lo que no acontece antes del instante. El instante final. El principio del fin al caer por el precipicio.
5 comentarios
[Nuevo post] Gota a gota https://t.co/UseixgrIOo
Gota a gota: Tan breve como esquivo, el instante. La gota, mientras, desespera. El precipicio por destin… https://t.co/xp0CZq0Avo #RRHH
Consultor Artesano Gota a gota: Tan breve como esquivo, el instante. La gota, mientras, desespe… https://t.co/dIHVEuTTY3 #RRHH #Talento
Gota a gota https://t.co/19E05fONzY
Gota a gota https://t.co/l1pWGSeI2y