Feliz 2016 y seguimos sin ver coches voladores

by Julen

Do You Remember … The Future?Cuando era niño muchos fines de semana iba con mi familia a pasar el domingo fuera. Si era verano podía tocar comida campestre con túper, mesas de playa y toda la parafernalia asociada. Si el tiempo no daba para ello quizá pasábamos la mañana viendo algún partido de fútbol de las categorías inferiores del Athletic de Bilbao en Lezama y luego a comer a Morga o donde tocara. Yo entonces siempre pensé que los coches en el año 2000 volarían. Sobre todo en un punto concreto de una carretera cerca de la Casa de Juntas de Avellaneda. Ya, incomprensible. Pero eso es lo que tenía ser niño. El yo adulto o el yo padre buscarían explicaciones más sesudas. Pero no aquel chavalín.

Supongo que era mi idea de progreso. Una manera simple de pensar que el mundo sería mejor. A mi manera, pero mejor.

Hoy es día de los Santos Inocentes y después de repasar lecturas de aquí y de allá a través de mis fuentes en Internet me he quedado pensando: ¿progresamos? Quiero pensar que sí en términos globales, pero dejadme que, cascarrabias aparte, tenga mis dudas. Porque anda que la forma en que exprimimos el planeta y la locura de crecimiento y acumulación del capitalismo global… Reflexiones de señor mayor, ya. ¿Y las niñas y niños de ahora seguirán pensando en coches voladores? A lo mejor desde ese punto de vista no hemos conseguido tal progreso. En 1970 y en 2015 resulta que pueden seguir imaginando coches voladores. Pero no llegan. Quién sabe, a lo mejor no tiene sentido como fórmula de progreso.

Se va 2015. Momento de balance personal y colectivo. Un año en el que ha formado a pasar parte de lo habitual el Parque Europa y sus alrededores. Un año en el que distingo rebajes bien y mal hechos en las aceras. O en el que soy capaz de distinguir una estación de metro por el más o menos hueco que queda entre vagón y andén. Sí, una mirada diferente empujando una silla de ruedas. Vaya si voy aprendiendo.

Se va 2015. Matriculado en un máster de la universidad porque voy en serio con el doctorado. Con mi carnet de estudiante y buscando muy bien no sé qué logros. Alguno vendrá. Con esa permanente crisis llena de paradojas respecto al trabajo. Un poco perdido entre tan descomunal ruido mediático. Internet atrona por todas partes y no hay manera de encontrar unos tapones adecuados. Otra paradoja al saco. Tan prometedora la tecnología y tan salvajamente invasiva.

¿Y 2016? De momento no queda sino desearos lo mejor. Traducido, según el tono de este artículo, sería: que progreséis, que avancéis a mejor. No lo confundáis con «más», ¿vale? Creo que deberíamos apartar  las lógicas de cantidad y ahondar más en las de calidad. Porque a veces llevan a reducir, a volver a ese precioso rincón de la pequeñez, de la niña y el niño que siguen pensando en coches voladores. Así que al final este era un post típico de estas fechas navideñas: os deseo coches voladores. Que cada cual traduzca a sus mejores sueños. Ánimo.

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