El pasaporte de un refugiado que pasó por Grecia

by Julen

Passport stampsAsí, tan simple. Los medios de comunicación dicen que ha aparecido un pasaporte de un refugiado que pasó por Grecia. Y la máquina del fango comienza su trabajo. Se lanza ese meme y solo hay que esperar a que, como tal, se reproduzca aquí y allá. Sí, el pasaporte de un «refugiado». Porque enseguida la artillería del miedo hace efecto: si coló como refugiado, mejor que cierren el paso a todos los refugiados. Sencillo. Lógico.

¿Dónde queda la estadística? ¿Cuántos refugiados han pasado por Turquía, por Grecia, por Austria y por tantos otros países tratando de buscar un futuro? ¿Cuántos serían ciudadanas y ciudadanos dignos a quienes no queda sino ayudar? ¿Cuántos no serán terroristas? Decide tú misma. Pero el mensaje queda ahí: uno pudo colarse y mirad lo que ha sido capaz de hacer.

Da igual que sea o no cierta la noticia. Da igual que esté por confirmar. Por si acaso, la sacamos a la luz de los medios y después que cada cual saque lo peor de su pensamiento. Maroto ya puede volver a la carga aunque luego diga que no, que no era eso lo que quería decir. Sí, malditos refugiados. Europa en peligro porque ha aparecido el pasaporte de un sirio. Mal nacido. Que se quede allí de donde viene. Aquí en Europa tenemos otros valores.

Importa el dato. No es uno más. Es un dato que removerá conciencias. Un dato que se repite en el telediario de mediodía y en el de la noche, en tertulias, en el bar, en el parque. Un dato que retumba. Un auténtico meme, un monstruo que cobra fuerza con solo mencionarlo. Hasta quizá yo mismo esté contribuyendo en el peor de los sentidos escribiendo este post. El pasaporte de un sirio. Alguien que pasó por refugiado. El resto lo pones tú. Yo solo te aporto el dato. Por cierto, no se sabe si el pasaporte era de un terrorista o de un ciudadano de bien que estaba donde no debía, según parece.

Los atentados son salvajes. Aquí en París, en Madrid, en Nueva York. En el primer mundo. Salvajes. Más cada día que pasa. Porque la repetición en los medios los engrandecen: malos, malísimos. París llora. Madrid llora. Nueva York nunca olvidará. La cantidad de muertos es relativa. Todo dependa de cómo funcionen en el prime time. Cada uno de acá puede valer por cientos de allá. Cada cual llora a los suyos. Pero la caja de reverberación de esta parte del planeta hace su trabajo: nada tan horrible como lo que ha pasado.

Respeto para quienes han perdido la vida. Increíble que suceda, pero ya lo vemos, aquí está. Los daños colaterales se verán con el tiempo. Menos libertades, por favor. Menos mano tendida a los refugiados, por favor. El pasaporte era de un refugiado según parece. La máquina del fango a pleno rendimiento. Cómo me gustaría equivocarme.

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16 comentarios

Amalio Rey 16/11/2015 - 15:36

100% de acuerdo. Lo mismo he pensado yo. Gracias por explicitarlo 🙂

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Julen 24/11/2015 - 07:20

Pues ahora ya parece que son dos los que entraron por allí. Un aluvión 🙁

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