Las contradicciones de la felicidad

by Julen

the mule of happinessDicen que es, por fin, la última, la más importante vara de medir el progreso: la felicidad. Dicen que es la meta. Dicen que es el camino. Todo a la vez. Un resumen de lo que buscamos. Con luces de neón, catapultada a lo más alto: felicidad.

Sin embargo, cuanto más se persigue más esquiva se vuelve. Cuando más se busca menos se encuentra. Un juego perverso. Además, siempre queremos la del vecino, hartos de ver por los medios lo que no tenemos. Y entonces nos venden que no importa poseer sino acceder. Aunque no lo tengas, lo podrás disfrutar. Y cuando lo alcances se esfumará porque querrás otra cosa.

Nos dicen que lo material es solo el medio para el fin. Nos han lanzado a las garras del consumo. La felicidad de poseer, la que desaparece por efímera. Tantos modelos a los que aspirar, tantas referencias, tantos ídolos. Y no hay tiempo. Es tal la presión por llegar cuanto antes que el tiempo, como la felicidad, desaparece bajo nuestros pies. Urgencia, ya. Tiene que ser ahora. No soporto la espera.

Atrévete a vivir, dice la publicidad. Vivir es un objeto que poseer. Vivir es el trabajo para disponer del dinero con que poseer. Y de ahí la presión. De ahí la enfermedad moderna. Inventada bajo mil nombres distintos, la tristeza se disfraza de patología contemporánea. Porque no ser felices es lo peor que nos puede pasar. A mayor gloria de que las ventas, sea cual sea el remedio, crezcan.

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