Adiós a la memoria

by Julen

À Luz do BancoA sus años la memoria es un edificio con demasiadas grietas. Aquí y allá huecos que juguetean con la realidad. A cada minuto se abren nuevos agujeros, a veces negros y a veces delirantes. En ese extraño pozo nadie sabe por qué nada recibe ya el nombre que un día se le asignó. El tiempo continúa con la erosión, inmune a su ya escasa resistencia. La memoria se arrincona y se convierte en un extraño monstruo de mil cabezas.

La mirada fija en un detalle. Una especie de luz momentánea que parece le devuelve al momento presente. Pero la pregunta sin respuesta deja las cosas donde están, en un lugar inhóspito que ha huido de la razón. Los acontecimientos pasan por delante como una película ajena mientras su vida se refugia en una dimensión paralela. Difícil de entender.

Los demás actúan como si nada pasara. Una conversación igual que la de ayer con la esperanza de que entre las grietas de la memoria quede todavía un pedazo de estructura sana. No queda otra. Mirar hacia otro lado y continuar con la función. El telón hace ya unos años que cayó. La sala está vacía y no hay ningún verso que declamar. No hay público ni luces en la sala.

Un día es igual que el anterior. Unas nuevas rutinas para mantener el barco a flote. Las manos ejecuten no tanto lo que el cerebro ordena sino lo que el vacío exige. El siguiente paso siempre es el siguiente. Llega detrás de otro carente de sentido y se unen en una secuencia que reverbera dentro del conjunto. Cada acto se une con su precedente en la fiesta de una vida que se escapa. A la razón. Porque queda el corazón.

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14 comentarios

Rai 18/10/2015 - 11:08

Tierno y entrañable artículo en el que veo muchas caras con mirada perdida retratadas. Zorionak Julen por lo bien que escribes?

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Julen 19/10/2015 - 06:36

Yo también te quiero 🙂

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Isabel 19/10/2015 - 14:44

Impactante Julen.
Decimos que lo importante es el corazón, los sentimientos, pero siempre ponemos por delante la razón, Y qué difícil es recuperar la ternura sin artificios. Se nos olvida, hasta que un día es la memoria la olvida recordar. Difícil y duro.

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