Grandes multinacionales: ¿mayor control ciudadano?

by Julen

¿Quien mueve los hilos?El affaire Volkswagen continúa y me temo que lo hará durante bastante tiempo porque supone un disparo en la línea de flotación de nuestra confianza en la institución empresarial. Más allá del caso puntual, son muchos los artículos que van apareciendo estos días con recopilaciones de otros casos de juego sucio protagonizado por grandes empresas multinacionales. En general, se hace escarnio de las alemanas, pero me temo que no son prácticas que deban ser reducidas a determinados países. Por ejemplo, Marco Antonio Moreno escribe en El Blog Salmón un artículo en el que repasa más casos de engaños mientras que en El País puedes leer Los fiascos del Made in Germany, firmado en esta ocasión por Enrique Müller.

Que las grandes corporaciones poseen un poder desmesurado no es algo que ahora se destape. Que no juegan limpio va de la mano de esa situación privilegiada. No hay más que leer a Naomi Klein y su profusa retahíla de datos en cualquiera de sus tres últimos libros. Puedes creerte más o menos, pero cuando el río suena, agua lleva.

También puede ser este un buen momento para reflexionar sobre el modelo que se ha construido. El gigantismo de estas corporaciones las conduce a prácticas tremendas, ajenas a la ética, siempre que se obtengan réditos que dejen contentos a sus accionistas. Los casos de las multinacionales que operan en el campo de las materias primas, la alimentación, las farmacológicas o las petroleras nos ponen ante lo peor del capitalismo global.

Así que no queda otra que reclamar un mayor control ciudadano. Más allá de lo que las instituciones puedan establecer como marco legal y de sus métodos de control, es la ciudadanía la que debería poder acceder a un mayor control. En el fondo tenemos la llave del consumo como acto político: comprar uno u otro producto como señal de nuestra postura ante sus propuestas. Sin embargo, en la práctica vivimos en la cárcel de sus publicidades y hacemos frente a situaciones de casi monopolio (o de acuerdos entre esos gigantes para repartirse la tarta). Sí, no es fácil salir del círculo vicioso.

Lo peor de todo es terminar por pensar que todos son iguales. ¿De veras Volkswagen es la única en timarnos? ¿No ha habido casos de otros fabricantes? Toyota también pasó por algo similar y todos tenemos la sensación de que en materia de consumos de combustible, los datos que aportan no coinciden con lo que los vehículos gastan luego. Sí, lo peor de todo es pensar que estamos ante algo sistémico. Por eso, a grandes males, grandes remedios. No queda sino la responsabilidad de la ciudadanía para controlar a estas bestias del capitalismo.

Por supuesto que pasa porque exijamos a las instituciones transparencia para estos conglomerados empresariales expertos en ingeniería fiscal transnacional. Deben abrir sus cuentas, abrir sus prácticas y someterse a la mirada pública de cualquier persona de bien. Sí, supone otra manera de entender la competitividad. Pero no queda otra. Dejar que continúen con semejante poder es lo peor que nos pueda pasar. La corporación empresarial ha sobrepasado sus límites, como nos mostraban Mark Achbar y Jennifer Abbott en su documental. Gobierna dejando a un lado las mínimas normas democráticas. Nos gobiernan. No puede ser. Nadie las ha elegido para que manden en el mundo.

 

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19 comentarios

Alberto Ortiz de Zarate 28/09/2015 - 17:22

Una mirada diferente e ilustrada.

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Julen 29/09/2015 - 05:40

Más o menos que «el mal» está extendido es más que evidente. Por eso el otro día escribía que no es tanto VW cuanto el sector en sí. Y si me apuras, lo del engaño es bastante habitual en grandes multinacionales con un poder exagerado en la sociedad contemporánea. No, no pienso que sea casual. Pero que les han pillado ante la opinión pública en un acto de los que generan escarnio, es más que evidente. Las aguas de automoción huelen mal. ¿Más que las de otros ríos? Miedo da pensar que todo sea lo mismo, ¿no?
Ah, y gracias por ese enlace, siempre ayuda leer cosas así 🙂

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Julio 29/09/2015 - 07:17

Tenemos la responsabilidad y la posibilidad de no elegir representantes políticos que alimenten con sus decisiones a estas bestias. El sector energético es otro de los grandes exponentes de estos animales del capitalismo.
Tenemos dos llaves!!

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Julen 06/10/2015 - 05:57

Me alegro, Julio, de que nos lo recuerdes. Sí, hay dos llaves. A ver si elegimos bien 🙂

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Nabigazio karta 2015-10-02 – etzi.pm 13/12/2016 - 12:44

[…] Grandes multinacionales: ¿mayor control ciudadano? […]

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