Amazon, otro gigante que transforma las reglas

by Julen

AmazonDesde luego que los gigantes comerciales de nuestra sociedad contemporánea dan que pensar. Me refiero al modelo de sociedad al que nos arrastran. Porque más allá de su oferta comercial en realidad sus propuestas tienen que ver con la sociedad que somos y conformamos. Amazon es hoy en día el ejemplo paradigmático de gigante que transforma las reglas de juego. En todos los sectores.

Siempre he pensado que el lema de esta compañía, and you’re done, refleja como ninguna otra el objetivo final. Su propuesta es que, sea lo que sea, lo vas a hacer y no te va a costar. Vas a llegar al final, vas a comprar porque casi no cuesta nada hacerlo. Frente a las barreras del desplazamiento físico a cualquier lado y la observación in situ del producto o servicio, aquí la experiencia pasa porque el proceso sea increíblemente simple. Tanto que ni te des cuenta de que estás comprando: and you’re done. Pero, sí, compras y eso es un auténtico acto político.

Que un gigante como Amazon entre en nuestras vidas es algo así como que en vez de reconocer la diversidad nos acojamos a un modelo único de pensamiento. No hay otra forma: el precio y una muy buena experiencia de compra conducen a solo una manera de hacerlo. Así de simple. En vez de comprar en una tienda, ¿para qué perder el tiempo si lo puedes tener todo en una? Entra en Amazon. Te hace la vida más sencilla. Todo lo que hay en el mundo. Esa es su propuesta: todo y fácil. A ver quién se resiste.

El crecimiento de Amazon es desmesurado. Y lo es porque es su estrategia. Crecer, crecer y crecer. ¿Quién se acuerda de que era una librería? Hoy el catálogo de productos tiende a infinito y parece dispuesta a colonizar cualquier territorio disponible. Todo es todo. Es su opción. Pero es también la forma en que se configura el consumo del siglo XXI. Un gigante de estas características no es solo alguien eficiente en su oferta comercial. Es un auténtico triturador de pautas sociales, un gargantúa que devora productos y servicios para transformarlos y que nunca más sean como los conocimos.

¿Exagero? Bueno, las cifras son las cifras. Ingresos de vértigo, más de 150.000 empleados, una gama tremenda de producto/servicio y una lista de almacenes repartidos por el mundo que asusta. Además, con una legión de robots en sus instalaciones que… ¡asusta todavía más! Sí, que levante la mano quien no haya comprado en Amazon. Una decisión de compra, una decisión política. Lo queramos reconocer o no.

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22 comentarios

Julen 02/07/2015 - 19:38

Ya me acordé de ese post, no creas 😉

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Javier Goikoetxea 02/07/2015 - 15:19

Solo espero que la teoría de que en un mundo finito el crecimiento no puede ser infinito, funcione. Otros grandes han caído…
La frase tal y como algunos atribuyen a Serge Latouche, economísta y fiel seguidor de la teoría del decrecimiento es más o menos así. «Quien piense que en un mundo finito, el crecimiento puede ser infinito, o esta loco o es un economísta».

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Julen 02/07/2015 - 19:39

Las dinámicas de crecimiento son uno de los grandes monstruitos de esta sociedad contemporánea. No sé, por algún lado desde luego que hay que limitar este gigantismo que aleja a las organizaciones de las personas para colocarlas en no se sabe qué tipo de objetivos económicos. Y al ser enormes, a mí, al menos, me dan miedo. Lo digo en serio.

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David Sánchez 04/07/2015 - 10:23

Amazon es la viva imagen de la transformación de la sociedad y la economía: comodidad, inmediatez, buenos precios (o al menos tener la sensación de comprar a buenos precios), atesorar más de lo que puedes consumir,… Pero ni mucho menos la responsabilidad (o culpa) es de Amazon. Ellos, simplemente dan un servicio que se demanda y gusta.

Porque más allá de las responsabilidades sociales de las empresas para limitar ese crecimiento infinito que se hablaba en un comentario, ¿quién tiene la responsabilidad real de limitar su crecimiento?. ¿Dónde, en último término, está la opción de cerrar el grifo?. ¿Es esa una responsabilidad de la empresas, de las organizaciones, de lo Estados?¿O lo es de las personas?

Es un tema interesante…

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Julen 05/07/2015 - 05:54

Yo no lo veo así de simple. No cuando son evidentes las responsabilidades de Amazon por la escasa preocupación que demuestras con sus trabajadores o por su agresiva política fiscal. No cuando el gigante negocia desde su posición de poder con proveedores. ¿Buen servicio? Va a ser que sí. ¿Eso es todo? No, ni mucho menos.

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