4- Vallehermoso por Garajonay

by Julen

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Muy recomendable el hotelito en el que me he alojado. En vez de irme a los de las playas me he quedado en el Jardín Concha, en La Calera. Coqueto y muy bien integrado en el barrio, ofrece unas vistas estupendas del mar y las plataneras que colonizan la parte final del barranco de Valle Gran Rey.

Abajo bastante gente y eso que no eran fiestas como ayer en Playa Santiago. Pero se va notando que son fechas de vacaciones. Nada que ver con todas esas otras veces en otoño e invierno en las que hemos andado por aquí. Curioso que no hubiera concentración de gente para la puesta de sol junto a la ermita de San Pedro. El caso es que en esta época del año ¡el sol queda oculto por los edificios! Así que se acabó el espectáculo.

En el sitio de alquiler de bicis que conocía no tenían ni una sola cubierta tubeless. Así que he metido presión y veremos cómo se comporta. Tendré que seguir con la que llevo y mirar de vez en cuando si se deshincha. Bajar en bici hasta el borde del mar y volver al hotel me ha hecho sudar tanto o más que si estuviéramos en ruta. Calor bastante húmedo me ha parecido. Ale, a cambiarse de camiseta.

Por la mañana he estado tomando un té con la dueña del hotel. Resulta que en su día fue la pensión más antigua de la zona. Negocio familiar con una bonita historia de mujeres regentándolo. Me ha contado que los hippies – alemanes en su inmensa mayoría- se esfuman en las épocas de verano con la afluencia de turistas de la península. Desde luego que en su zona habitual por los alrededores de la ermita apenas se veían.

Abajo calma total. Pero eso ha sido solo abajo. No voy a aburriros más. Ya sabéis: empezar a ganar cota de altitud y viento, ventarrón y lo mismo de estos tres días pedaleando por la Gomera. Pero, ¡sorpresa! Al entrar en el mar de nubes tras pasar el hoy ausente mirador de Alojera ha llegado progresivamente la calma. Así que en el cruce de Apartacaminos me he decidido a acercarme a La Laguna Grande, uno de los centros de turisteo del Parque Nacional de Garajonay.

Poco a poco el cielo se iba abriendo y allá a lo lejos veo el Alto de Garajonay, cumbre de la isla con sus 1.487 metros. Puesssss, que no se diga dos veces. Sigo suave suave por la carretera hasta el Alto del Contadero, de donde parte la pista final hasta la cima, en un agradable pedaleo protegido del viento por la frondosidad de los bosques. Humedad por todas partes aunque el sol por fin se impone.

Paro para estirar un poco, comer una barrita, beber algo y ¡parriba! Son solo 150 metros de desnivel por la pista hasta la cima. El día se abre espectacular. Desde arriba se ve el Teide inmenso y detrás Gran Canaria. También se ven La Palma y El Hierro. Hace viento pero muy llevadero. Caen unas fotos y ahora toca bajar todo lo subido. Felicidad, por supuesto.

En el bar de la Laguna Grande, donde hago un alto, una pareja de lugareños se está metiendo unos chicharrones, cortezas de cochino rebozadas con gofio y todo ello con un toque azucarado. Hablo un rato con ellos y me acaban invitando a semejante lujuria gastronómica. Siento cómo se abren los conductos lorzíficos y cómo la grasa de deposita allí de por vida. Fran Cortés, el coordinador de la Transandalus, ya me entiende. Dios, qué salvajada. ¡Y qué rica!

Desde Laguna Grande son siete kilómetros de nuevo hasta el cruce de Apartacaminos y de allí enseguida se llega a los Chorros de Epina. Quería comer en el restaurante junto a la carretera pero el ventarrón de nuevo estaba insolente y he preferido bajar hasta Vallehermoso, mi final de etapa y donde haré un par de noches. Mañana toca día tranquilo de paseo por los alrededores.

El pueblo todavía luce engalanado por las fiestas del Carmen. Antes fueron las lustrales y entre una cosa y otra, según me cuenta el camarero del bar desde donde escribo este post, llevan dos meses de parranda. Ya se sabe, todo sea por el consumo y la alegría.

El aparthotel en el que me alojo, sin nadie en recepción por ser domingo, lucía un hermoso cartel con mi nombre informándome a mí (y a cualquiera que pasará por alli) que las llaves estaban puestas en la habitación número 10. Confianza, digo yo.

En fin, aquí dejo el post, que me enrollo como las persianas. Menos mal que escribo los posts desde el teclado del smartphone, que si no…

Distancia recorrida: 48,7 km. Desnivel acumulado: 1.590 m. Tiempo de pedaleo: 4 h 18 min.

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8 comentarios

3- Valle Gran Rey | Consultoría artesana en red 26/07/2015 - 17:43

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5- Por los alrededores de Vallehermoso | Consultoría artesana en red 27/07/2015 - 15:06

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