Reflexiones en torno a la profesión de limpiabotas

by Julen

lustrabotas o boleroMuy sugerente toda la reflexión que nos aporta Amalio Rey en el post que hace unos días publicó a cuenta de una persona que ha elegido trabajar como limpiabotas en Málaga. Recomiendo de verdad su lectura porque admite muchas interpretaciones y pone sobre la mesa qué es hoy el trabajo y qué vínculo establecemos con él. Amalio echa mano de El Artesano, ese libro de Richard Sennett, que mucha de la gente que decimos que practicamos la consultoría artesana tenemos como referencia. Al final es el vínculo que establecemos con nuestra actividad laboral lo que nos proyecta y nos enriquece o… todo lo contrario.

El caso de la persona que comenta Amalio, alguien que decidió buscar una relación directa entre sus actitudes y aptitudes y el resultado de su trabajo, es hasta cierto punto una excepción. La vorágine del capitalismo global, el único sistema en que parece que hoy en día podemos vivir, nos ha lanzado a la pérdida de control de la nave «profesión». Sí, el trabajo se desprofesionaliza. Y en ello tiene mucho que ver la pujante fuerza de la economía colaborativa, capitalismo everywhere. Frente a la comunión íntima con una actividad profesional y un limitado número de clientes, emerge la idea de que es el crecimiento exponencial lo que mola.

El limpiabotas en el fondo no es diferente de un violinista o de una atleta de élite. Quizá lo más importante es sentir que la decisión es propia, que es nuestra elección. Sí, importa reconocernos con esa capacidad, con decir que no a cierta manera de trabajar y decir que sí a otra que, aunque parezca extraño, también es posible. Da igual que sea conseguir una mezcla adecuada de betún o de distinguir entre calzados de acuerdo con la calidad de su piel. El asunto está en el vínculo que desarrollamos con lo que hacemos.

Si ayer pataleaba por el berrinche de conocer que el empleo retribuido en muchas ocasiones no aleja de la miseria económica, hoy me agarró a mi ciclotimia aguda para presentar una visión completamente diferente. Frente al azar de un monstruo que nos arroja contra las rocas para romper nuestra autoestima emerge una opción vital alternativa. Extraño paso el de encontrar en la profesión de limpiabotas la autoestima. La condición que lo hace posible: que sea tu decisión.

Sí, ahí está la clave de todo. Tú decides: un horario, una sensibilidad, un trato, unos clientes, unas actitudes, unas habilidades, un área de conocimiento. Tú decides algo tan extraño como ser limpiabotas. Frente a los mercados, a lo que proyecta estatus, a lo que manda, a lo que debería ser. En esa decisión eres tú quien toma las riendas. Un reto a la inteligencia, un guiño a lo imposible en mundo cada día más paradójico.

Lo dicho, esto no es nada comparado con el original. Date una vuelta por el blog de Amalio y lee la entrevista y sus reflexiones. Canela en rama 🙂

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14 comentarios

Amalio Rey 29/06/2015 - 13:51

Gracias, Julen, por la mención. Totalmente de acuerdo con que la clave está en sentir que la decisión es propia, que es nuestra decisión. Eso lo cambia todo

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Julen 30/06/2015 - 08:55

Menuda has montado con esa entrevista 🙂

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