Sobre el final del Festival ZEMOS98

by Julen

Jaron Rowan ha escrito en su blog un artículo a cuenta del sentido de victoria/derrota del final de ZEMOS98. Juega con la idea de que primero hay que ganar -tomar la decisión de empezar algo contra viento y marea- para después reconocer que las circunstancias nos pueden obligar a tomar la decisión de perder. Cuando digo «tomar la decisión» es porque se necesita una postura activa: no deciden por nosotras sino que es asunto de cada cual en primera persona, del singular y del plural.

ZEMOS98

En varias ocasiones había pensado escribir sobre el final de ZEMOS98 y leer el post de Jaron me ha hecho dar el paso. Bueno, eso y que me ayuda a reflexionar en la línea de lo que escribí en mi post de hace un par de días: La extraña felicidad del fracaso. ZEMOS98 es, no cabe duda, un referente de la cultura. La edición número 17 y última de este festival tuvo lugar, como las anteriores, en Sevilla. Fue los días 16, 17 y 18 de abril pasado. En esta ocasión eligieron el lema Hackcamp #ReclaimtheCommons. Sí, el procomún como referencia básica.

Escribe Jaron en su artículo:

La victoria está en el momento que esas chavalas y chavales, pudiendo haberlo hecho no se quedaran en sus casas. En el Viso, en Sevilla, en Tenerife, o dónde fuera, donde podían haber seguido haciendo cosas en solitario, decidieron jugársela y pensar en común. Saltaron en el acantilado cuando no tenían por qué hacerlo, proyectaron en público vídeos en vez de verlos en casa con su ordenador. Se hicieron colectivo cuando podían quedarse en soledad. Hace ya varios años que las y los Zemos98 cruzaron la meta, ganaron cuando nos permitieron a todas ganar un poquito. Ganaron cuando nos regalaron su tiempo, paciencia y amor. Por todo esto, desde aquí quiero daros las gracias por haber ganado, daros las gracias por hacernos ganar.

Hay un momento primero: la decisión de dar el paso al frente. El fin de la historia sucede tras diecisiete ediciones. ¿Se fracasa porque no hay número dieciocho? Seguramente depende de las expectativas de quienes manejaban su organización. Quizá suene duro decir que lo lógico es lo que ha ocurrido, que nada es para siempre, que la muerte de ZEMOS98 será el embrión de otros proyectos que quizá no existían presos del monstruo que casi lo fagocitaba todo. Soy de los que pienso que hay que matar proyectos y cerrar ciclos. Y hacerlo con una decisión propia.

Estoy lejos y hablo desde la distancia. En su momento conocí esta propuesta y valoré lo que aportaba. Muchas veces también escuché lo que «pesaba» el festival en la actividad de un colectivo que revolvía en sus formas de organizarse. Hasta incluso llegamos a establecer cierta colaboración profesional para buscar dinámicas organizativas que mantuvieran vivo al monstruo. Ahora que el gigante muere, los enanos quizá puedan salir de sus cuevas y luchar por crecer.

No sé cómo continuará la historia. ZEMOS98 sin su festival será otro ZEMOS98 no cabe duda. Explicaron su final en un artículo en el que hablaban de ninguneo político, de tristeza y cansancio, de cómo siempre les habían importado más los procesos que los resultados, de sus dificultades para financiarse. De la forma en que entienden la cultura y la seguirán entendiendo. Dolor porque la criatura se ahogaba. DEP.

La vida sigue. Pedro Jiménez, una de las almas de ZEMOS98, escribía a principios de mayo sobre un nuevo proyecto en el que andan enredando: Realise & Resist: la resiliencia del arte en la crisis líquida. La crisis o quizá el crisismo como seña de identidad de lo cultural. Un estado que paraliza y dinamiza, una percepción subjetiva repleta de datos objetivos, la unión frente al enemigo común. Continúa la pelea por la remezcla, por el procomún. Como hasta ahora, con diferentes armas, con la necesidad de reinventar el tablero de juego. Momentos críticos, hoy unos y mañana otros.

Y aunque tarde porque este artículo a lo mejor tenía que haber sido publicado años antes, uno no puede sino agradecer que existan ganadores que saben que perderán. Hace un par de días hablaba aquí de fútbol, hoy de ZEMOS98. Las dinámicas del fracaso pueden resultar subversivas y dar pie a romper la baraja o a reinvenciones catárticas. El futuro es lo único que nos queda. Como Jaron, agradecido a ZEMOS98. Al que fue y al que seguirá siendo.

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14 comentarios

Isabel 07/06/2015 - 09:44

Cuanta sintonía con esta reflexión. No sé si telepatía o simple coherencia de caminantes con la «necesidad de reinventar el tablero de juego» 🙂

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