Empleo de usar y tirar

by Julen

Definitivamente, rubbish pathLos datos se empeñan en destrozar la realidad: las empresas de esta parte del sur de Islandia sienten cada vez más miedo a contratar. La ciudadanía del siglo XXI es peligrosa para organizaciones que necesitan resultados económicos. Frente a aquel trabajador canalizado en sus reivindicaciones a través de conductos conocidos, emerge un nuevo empleado que parece llegar con más derechos que obligaciones. Estoy convencido de que esto es lo que piensa una gran parte de quienes contratan en las empresas. Una persona más, un problema potencial añadido.

La industria 4.0 es solo la confirmación de que el empleo desaparece. Cada vez más y más actividades empresariales pueden ser puestas en práctica por tecnología y no por personas. Big Data, robotización colaborativa o sensórica, todo apunta a que el empleo desaparece como un azucarillo en café hirviendo. ¿Lo viste? Pues prepárate para dejar de verlo en segundos. La realidad es que parte contratante y parte contratada están ante un momento histórico.

El discurso es rabiosamente paradójico. De un lado las invocaciones a la creatividad de las personas y a su compromiso como fuente de competitividad. Del otro nadie es capaz de ofrecer un marco que vincule a la persona con su empleo. Todo depende. Si las cuentas salen, te quedas. Si las cuentas no salen, lo sentimos. El mercado manda, tendrás que buscarte la vida.

¿Tiene solución? Pues que levante la mano quien pueda ofrecer algo consistente. El capitalismo global obliga a rendir pleitesía a la productividad. Empresas contra empresas, regiones contra regiones, todo se mide en función de retornos a la inversión. Nada se hace porque sí. Hay una vara de medir universal: la rentabilidad económica. Arrasa con todo. Con la cultura, el deporte o las ciudades inteligentes. Más allá de la empresa, todo ha sido colonizado. Da igual, es en todas partes lo mismo.

El empleo solo queda como eso que tienes que inventarte. Debes echarle imaginación y pensar que solo tú eres capaz. The start-up of you. ¿Te ha quedado claro? Tienes que concebirte como una cuenta de resultados, como un chiringuito que quizá con suerte alguien compre algún día. Tienes que pensar en tu estrategia de salida. Eres valor de mercado y tienes un precio. Cuélgate un buen anuncio que hable por ti. Tienes miles de ejemplos: tus progenitores estarán orgullosos si algún día lo consigues.

Mientras, las grandes empresas juegan en otra liga. De vez en cuando, dejan caer migajas de empleo. Por supuesto en peores condiciones que las ofertas previas. El empleo se muere. Agoniza en cuidados paliativos. El empleo se desangra. Nada que ver con la idea de «puesto de trabajo». Ahora son necesidades concretas: para esto y para esto. Nada con perspectiva. Me haces falta y te cojo. Te uso y te tiro. Empleo de usar y tirar. 

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