Datos, un ruido que no cesa
Leía hace unos días What is Analytics Amplyfying in Your Organization?, un artículo firmado por Sam Ransbotham en la MIT Sloan Management Review. Se centra en un tema de interés: la capacidad analítica disponible hoy en día cambia la escala a la que estamos acostumbrados para tomar decisiones. El efecto amplificador es de tal magnitud que en un primer momento más que información aporta ruido.
Me parece una reflexión muy atinada. Caer en brazos de la corriente Big Data es fácil si dispones de herramientas de análisis. Pero los datos que provienen de esos nuevos sistemas no pueden ser digeridos de la misma forma que lo hacíamos mediante los sistemas tradicionales de medición. De entrada nos vamos a ver abocados a algo tremendo: no vamos a saber explicar el porqué de lo que pasa.
Si desde ese análisis masivo de datos se nos dice que cuando A entonces B, no queda sino aceptarlo con una especie de fe en lo desconocido. Pero ¿por qué tenemos que aceptar que eso es así? Porque lo dice un software. Pero los humanos aprendemos sobre la base de relaciones causa-efecto. Cuando “entendemos” algo lo interiorizamos y es entonces cuando supone un avance. Aprendemos no por simples correlaciones sino mediante su interpretación.
Sam Ransbotham describe un efecto amplificador que conduce a cierto rechazo. Sí, podemos taparnos los oídos:
Audible feedback from amplification quickly causes people to cover their ears, bringing back memories of garbled announcements over low-quality speakers in homeroom. With rare exceptions, people are interested in the underlying signal and not the amplification itself.
Es importante -lo hemos dicho aquí en varias ocasiones- situar cada enfoque en su contexto. Datos por un lado pero con el complemento de un ser humano que interpreta. Nosotros intuimos, los datos no. Si no comprendemos las decisiones algo muy nuestro comienza a morir. Hay que buscar la complementariedad. Pero me temo que ahora mismo lo que comienza a mandar es el dato, cuya lógica no es humana.
Los datos pueden ser útiles. Pero también pueden atronar. Nuestros sentidos están preparados para ciertas intensidades. Cuando todo explota la respuesta más habitual será la autodefensa. ¿Nos están insultando los datos?, ¿nos ningunean?
Pingback: La visión frente a la alfombra roja del poder | enPalabras | consultoría
Pingback: La visión frente a la alfombra roja del poder | IG | In-formación
Pingback: Saber de nuestros clientes, ese oscuro objeto de deseo | Consultoría artesana en red