Amontonados

by Julen

Books, books and ... booksCompitiendo por un espacio limitado. Polvo que se acumula. Forros que muestran llagas por el paso del tiempo. Letras, palabras amontonadas. Formas desfiguradas. Portadas alabeadas, articulaciones desgastadas que muestran las huellas del paso del tiempo. Pero allí siguen.

Manos y manos. Dedos que pasan páginas. Miradas que se detienen en algún lugar. Al azar. O no tanto. Una búsqueda incansable y recurrente. Con una constancia difícil de comprender. Gente que bucea en las profundidades de ese revoltijo de libros. Descansan en paz. O no tanto. Hay gente que disfruta ante semejante caos de títulos.

Son vestigios de un pasado repleto de historias mudas. Alguien los eligió. Cada cual obtuvo su momento de atención. Cada cual asistió a su momento de gloria. Un momento cargado de ilusión. Aquel brillo en la mirada luego dejó su sitio a la tranquilidad del olvido. Un olvido cariñoso pegado a un vínculo indestructible. Solo que el paso del tiempo coloca a cada parte en su lugar.

Hay quien piensa en un cementerio al verlos allí inertes. Pero eso es solo una mirada superficial. La vida se recrea con cada nueva mirada. Alguien descubre de nuevo ese libro. A pesar de que muchos parecen sepultados, imposibles de recuperar para la ajetreada vida moderna. Pero siempre sucede el milagro. Unas manos lo extraen de su cueva. Y entonces se abre de par en par. Otra vez. Vuela el polvo y aparecen las palabras. Y se opera el milagro. El libro recibe otra nueva vida. Imposible de predecir. Pero sucede. Cada día.

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5 comentarios

¿Queremos compradores o lectores? | cambiando de tercio 19/04/2015 - 17:09

[…] A veces, por suerte, se vuelve a descubrir algo nuevo entre esos ‘montones desechados’. […]

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