Este jueves 26 de febrero, como ya he comentado en artículos anteriores, doy una conferencia en el Palacio Villa Suso en Vitoria-Gasteiz. Será a las seis de la tarde. El evento está organizado por el Departamento de Promoción Económica del Ayuntamiento. La he titulado Empresa abierta, de la competitividad a la coopetitividad (inscripción obligatoria gratuita aquí). Hoy dejo aquí otra idea a la que daremos vuelta: la omnipresencia del emprendizaje como solución que nos proponen para progresar en nuestras vidas.

Jornada 26 febrero 2015

La crisis se alarga en el tiempo. Demasiado tiempo nadando entre miserias genera un cierto estado de opinión pesimista respecto al futuro. ¿Será el futuro mejor que el pasado? Los nubarrones pintan feo el panorama. Lo más probable es que mucha gente sienta que alguien -nunca se llega a identificar el causante- ha estropeado lo que un día llamamos progreso. El estado del bienestar quedó atrás.

Ante semejante desafío, uno de los mensajes con los que más se nos bombardea es la necesidad de tomar las riendas de nuestro futuro laboral. Desaparecida la oferta de calidad o quedando muy restringida a ciertas élites, no queda otra que arremangarse y buscarse la vida. Este acto de supervivencia, sin embargo, se edulcora con una mutación cuando menos sospechosa. Nos dicen: emprende.

Este magnífico verbo, emprender, se convierte en el estándar que empresas y administraciones utilizan para la transformación de lo laboral. Tú eres responsable de tu trabajo. Tú lo eres de tus éxitos y tú lo eres de tus fracasos. Por eso conviene que empresarialices tu vida. El mensaje último es sencillo: eres una Start-Up. Eres un proyecto del que hay que elaborar un elevator pitch y que algún día podrá ser vendido a algún gigante empresarial que haya salido de cacería.

Las reglas del mercado son las que son. Vivimos en una sociedad que exige competitividad personal. Da igual disfrazarla de economía colaborativa, un medio para que podamos hacer caja con nuestros recursos ociosos. Tu competitividad pasa por vender tus recursos en el mercado. Y como mujer u hombre de ventas que eres, debes aprender a manejar argumentos. Sí, da igual dónde estés, debes vender. Debes venderte.

Ya he citado aquí en un post anterior el libro que para mí resume toda esta propuesta: The Start-Up of You. Es el mensaje que resume la propuesta. Llega, entre otros, de uno de los artífices de LinkedIn, ese moderno escaparate. Los maniquíes cobran vida. Los maniquíes somos tú y yo. Y el escaparate es nuestra herramienta. El barrio rojo de Amsterdam. Al final la profesión más antigua del mundo coloniza el mundo. ¿O no lo ves así?

Esta argumentación forma parte de la primera parte de la ponencia. En la segunda enseñaremos también el lado medio lleno de la botella. Porque lo hay. Sea como sea, hay que confiar en que existe. Os dejo aquí una estupenda visualización de esta idea bestial. Haz clic para ver la imagen más grande. Está tomada de Ogilvy Notes.

The Start-Up of You

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17 comentarios

Amalio Rey 23/02/2015 - 15:14

Joder con la imagen y esta frase: «All humans were born entrepreneurs»… Es perfecta como eslogan de la nueva derecha liberal.

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Julen 24/02/2015 - 10:33

No te quepa la menor duda. Eso forma parte ya del imaginario colectivo de Occidente. Ante la crisis, emprendedores 🙁

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equiliqua » Las marcas nunca se despiden 05/03/2015 - 07:39

[…] Es ésta una idea que ha resurgido después de dos acontecimientos recientes: uno, tras un taller de branding en una empresa industrial y dos, tras escuchar a Julen Iturbe hablar la pasada semana sobre “Empresa Abierta, de la competitividad a la Coopetitividad“. […]

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