BlaBlaCar: Comunidad, plataforma, pero también empresa, ¿no?

Comentaba el pasado viernes que el próximo 26 de febrero daré una conferencia en Vitoria-Gasteiz que hemos titulado Empresa Abierta: de la competitividad a la coopetitividad. Pues bien, como ya mencionaba, estos días iré posteando algunas ideas en torno a ella. Hoy comento el concepto de «empresa como plataforma» al hilo del ejemplo de BlaBlaCar. Por cierto, casualidad que Albert Cañigueral participe ese mismo día 26 en la 8ª Jornada Anual del Instituto de Innovación Social de ESADE en Barcelona y que haya publicado al respecto el artículo Para cambiar el mundo no crees una empresa, crea una plataforma. Te juro, Albert, que tenía esto medio escrito cuando vi tu post. Casualidades de la vida 🙂

La idea en sí es viejuna y tiene que ver con el hecho de que las comunidades muchas veces preexisten y son de largo más poderosas que las empresas o incluso que cualquier otra institución mediante la que se pretenda solidificar su presencia. Las comunidades representan mucho mejor los tiempos líquidos actuales. En este sentido os recomiendo el artículo que en su día escribió David Sánchez Bote en su blog: Comunidades, plataformas e innovación abierta o esta presentación que tiene subida a Slideshare: Comunidades y Organizaciones.

De hecho el punto seis de nuestro resumen de diez elementos básicos que definirían la empresa abierta dice:

La empresa abierta puede serlo independientemente del sector en que opera. De hecho, el “sector” no tiene mucho sentido por cuanto los ingresos económicos pueden diversificarse y no llegar de quienes podrían tradicionalmente ser considerados como “clientes”. A partir del producto o servicio, una empresa abierta comienza a escarbar en busca de nuevas maneras de interactuar con sus grupos de interés, con quienes conforma una comunidad. No obstante, en muchas ocasiones, la comunidad preexiste a la empresa.

Cuando pensamos sobre todo en «empresa» quizá estamos limitando el alcance de lo que podríamos hacer. Al final es considerar si la empresa es el fin o simplemente el medio para resolver algún problema que concita el interés de una comunidad. Ver «comunidad» más allá de la empresa suele predisponer a favor de colaborar con otras organizaciones afines. En cierta manera la idea de competencia se transforma en la idea de «estamos todas juntas en esto y merece la pena que unamos fuerzas».

La empresa como plataforma presenta también otra gran ventaja: incorpora a los grupos de interés desde el inicio. No concibe que solo trabajen en ella personas «en nómina». Al contrario, porque el voluntariado y muchas otras fórmulas de vinculación profesional son posibles. El lazo fuerte de un contrato laboral convive con otros lazos más débiles -en lo «contractual»- pero tanto o más fuertes en cuanto compromiso compartido. La idea de «contrato psicológico» tiene mucho que ver con estas nuevas organizaciones.

La economía colaborativa es muy buen ejemplo de esta nueva idea de «plataformas». Claro que cuando Albert titula su post «no crees empresas», en realidad detrás de muchos ejemplos que manejan sí que hay empresas. Tomemos el caso de BlaBlaCar. Se presenta así:

BlaBlaCar es una comunidad de usuarios basada en la confianza que conecta a conductores con asientos vacíos y pasajeros que se dirigen a un mismo lugar. BlaBlaCar hace posible que más de 2.000.000 de personas se muevan cada mes generando así una red sobre ruedas promovida por particulares completamente nueva.

Y cuando miras cómo responden vía FAQ a la pregunta de qué es BlaBlaCar encuentras lo siguiente:

BlaBlaCar es la plataforma líder en Europa para compartir coche: conectamos conductores que tienen asientos vacíos en su coche con pasajeros que buscan viajes.

Pero en realidad es una empresa. Con ánimo de lucro, naturalmente. Y es también una tremenda plataforma de gente que comparte ciertos valores. O sea, está unida a cierto tipo de comunidad (definida esta en términos amplios, de acuerdo). O sea, que es comunidad, es plataforma y es empresa.

Pero ¿qué pesa más en la forma en que se presenta? Parece que comunidad y plataforma. Mientras, el concepto «empresa» se diluye. De hecho para encontrar datos concretos de quiénes están detrás lo mejor parece ser recurrir a la página de empresa de BlaBlaCar en LinkedIn porque en su web no hay apenas información (o yo no he sido capaz de encontrarla). Allí, en LinkedIn, puedes leer:

A successful and innovative global start-up, backed by Accel Partners and Index Venture, in a rapid international growth phase, our HQ are based in Paris and we have international teams in Madrid, Milan, Warsaw, Hamburg, London and Moscow.

Y para ver lo que se mueve detrás de ella en inversión puedes consultar algo que publicaban en Techcrunch.com el año pasado: BlaBlaCar Raises A Massive $100 Million Round To Create A Global Long Distance Ride-Sharing Network. Sí, es una empresa en fase de crecimiento explosión mediática, de usuarios y servicios.

¿Por qué plataforma y comunidad antes que empresa? Porque es importante comprender las tendencias de comportamiento social a las que se presta servicio. Porque así se ensanchan las actividades y se crea más fácil la idea de marca bajo una óptica de valor compartido tal como la expresaron originalmente Michael Porter y Mark Kramer. Porque permite interacciones más ricas con los grupos de interés. Porque… ¿está de moda? ¿Suficientes razones? De esto hablaremos, entre otras cosas, el próximo día 26 en Vitoria-Gasteiz. Te espero.