La sociedad expuesta

by Julen

Spin ArtsSuelo comenzar muchas de mis explicaciones sobre empresa abierta hablando de «sobreexposición«. Me refiero a esa característica moderna de sí o sí mostrar lo que cada cual hacemos. Facebook, Twitter y el resto de redes sociales en Internet nos empujan a ello. Si no estás visible y se te puede encontrar fácil pierdes valor de mercado. Así está el patio. Por eso de vez en cuando conviene echar mano de la crítica, de la autocrítica y leer a quienes lanzan furibundas andanadas contra toda esta fiesta contemporánea que hemos montado.

Me voy a un párrafo completo de Byung-Chul Han en su libro La sociedad de la transparencia. Allí en la página 29 dice (el subrayado es mío):

En la sociedad expuesta, cada sujeto es su propio objeto de publicidad. Todo se mide en su valor de exposición. La sociedad expuesta es una sociedad pornográfica. Todo está vuelto hacia fuera, descubierto, despojado, desvestido y expuesto. El exceso de exposición hace de todo una mercancía, que «está entregado, desnudo, sin secreto, a la devoración inmediata»(*). La economía capitalista lo somete todo a la coacción de la exposición. Solo la escenificación expositiva engendra el valor; se renuncia a toda peculiaridad de las cosas. Estas no desaparecen en la oscuridad, sino en el exceso de iluminación: «Más, en general, las cosas visibles no concluyen en la oscuridad y el silencio: se desvanecen en lo más visible que lo visible: la obscenidad» (*)

(*) Citas del libro Las estrategias fatales, de Jean Baudrillard.

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20 comentarios

Juanjo Brizuela 28/01/2015 - 10:29

Entono el mea_culpa. Creo que debemos mirar, efectivamente, con otros ojos todo este tema.

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Julen 02/02/2015 - 06:36

Somos muchos los pecadores, Juanjo 😉

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Jorge Rueda 02/02/2015 - 12:02

La sobre exposición es un tema a tener en cuenta, no es fácil en el entorno en el que vivimos, hay que medir los pasos. Somos carteles publicitarios andantes.

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Julen 04/02/2015 - 06:26

Buena apreciación esa de que somos «carteles publicitarios andantes». Algún día nos daremos cuenta de que estamos reproduciendo comportamiento de marcas. Marca personal. Ya está acuñado. Lo que no sé es hasta qué punto insistir en nuestro «valor de mercado» no nos conduce a un callejón sin salida.

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