4 meses después una Orbea Oiz

Reconozco que no estoy acostumbrado a estos plazos. Un 9 de septiembre hice el encargo y hasta escribí un post, ingenuo de mí. Y un 23 de enero he recogido la bici en la tienda que Ciclos Maestre tiene en Bilbao. Supongo que son daños colaterales de los modernos sistemas ultraeficientes del management. Cuadros que vienen de proveedores especializados en Asia, previsiones de ventas que se complican, priorización de montaje de unos modelos frente a otros. Nada que cualquier empresa de hoy en día no sepa que le va a tocar enfrentar.

Mientras, a uno le ha dado tiempo de volverse tarumba a base de leer en foromtb las hasta ahora ¡278 páginas! de comentarios en el hilo de conversación que agrupa a los locos del invento. De la mano de tanta cháchara parecería que ya he pedaleado con la bici. Pero no, en un rato me bajo al garaje a comenzar a hacer amistad con ella. Entre tanto, mi Specialized Stumpjumper de 26 pulgadas se va para tierras levantinas donde seguirá rodando de la mano de un buen amigo y disfrutará, seguro, de mejor climatología. Suerte, amiga. Ya me das un poco de envidia, no creas.

Os podéis imaginar: estos cuatro meses sirven para encarar más de una crisis. ¿Te la compras o no? Hay otros modelos. Y la Specialized parece que últimamente va como la seda después de haberle cambiado las llantas. He descubierto lo bien que va con presiones más bajas de las que acostumbro a meterle. Hasta parece que técnicamente dejo de ser un cero a la izquierda. Cuatro meses es un desierto donde pones a prueba al cliente. Pero hemos aguantado. La bici ya está aquí. Solo queda quitar alguna lorza en lo que nos queda hasta Semana Santa, fecha en la que nos pegaremos como lapas a la costa del Mediterráneo desde Murcia hasta encontrarnos con el Atlántico. Esos son los planes que nuestra santa religión nos ha propuesto.

Los más de cuatro meses pegado a la ventana de foromtb me han servido para redactar un post dedicado a Amalio Rey, salivar con las fotos que iban cayendo, hablar con la gente de I+D+i de Orbea sobre la manera en que aprovechar semejante lujuria de conversación y traer a profesionales de Orbea a un par de clases sobre empresa abierta en sendos postgrados de la universidad. Cuatro meses dan para mucho. Será que los objetos de deseo aguantan eso y mucho más. ¿O será que somos idiotas? Que cada cual marque la casilla que crea describe mejor el caso.

El destino, eso sí, me jugó ayer una pasada cuando menos curiosa. Ya estaba en la tienda con la bici al lado para marchar cuando apareció un buen amigo al que hacía mucho que no veía y ¡que trabaja en Orbea! En su caso no estrenaba bici sino paternidad por segunda vez. Y tras un buen rato charlando con él acabé por fin por montar en la bici para venirme a casa callejeando despacio por Bilbao.

Entre tanto nubarrón, granizo y tormenta de estos últimos días, lucía tímido el sol. Con una sonrisa en los labios iba yo pensando en historietas de hace ¡15 años! con este amigo y nuestras bicis, en su paternidad y en lo que importa en la vida. ¡Cuánto más bonita será su niña que no mi bici nueva! ¿Verdad? Va a ser que hay que marcar la casilla «idiota». Así somos. Jodido cambiar a estas alturas de partido.