Lo pequeño mola, un artículo de MIT Sloan Management Review

by Julen

Neeru Paharia, Anat Keinan y Jill Avery han escrito un artículo para la MIT Sloan Management Review: The Upside to Large Companies. Argumentan algo muy sencillo: que si una empresa pequeña es capaz de concienciar a sus clientes de que compite contra gigantes es muy probable que les coma la tostada. Por detrás del artículo parece haber una investigación recogida en un artículo académico escrito por estos tres mismos autores: “Positioning Brands Against Large Competitors to Increase Sales,” Journal of Marketing Research, in press, http://dx.doi.org/10.1509/jmr.13.0438.

Es simple, ¿verdad? ¿Quién no prefiere interactuar con una organización de dimensión humana en vez de con gigantes donde corres el riesgo de acabar perdido en su maraña burocrática? Sí, en general, preferimos la voz humana. Así que cuando el discurso oficial de la eficiencia machaca a las empresas con eso de que el tamaño importa quienes deciden quedarse en lo pequeño necesariamente se ganan más fácil nuestro afecto.

¿Conviene explotar «lo pequeño» como argumento de venta? Si el gigantismo empresarial vende lo grande, ¿por qué los negocios pequeños no van a utilizar esta característica si ayuda a una mejor posición en el mercado? El artículo al que aludo coloca dos ejemplos de «tiendas de barrio» que salen fortalecidas por la solidaridad con su idea de negocio cuando aterriza un gigante:

When Cold Stone Creamery, a U.S.-based ice cream chain with about 1,400 stores, moved within 50 steps of a J.P. Licks ice cream store in Newton, Massachusetts, some people expected that J.P. Licks, a small, locally owned company, would be beaten out of the Newton market. But consumers rallied around J.P. Licks, and Cold Stone later closed its nearby location. When the owner of the Los Angeles-based coffee store chain The Coffee Bean & Tea Leaf could not stop a Starbucks coffee shop from moving in next door, he was surprised to see his sales shoot up — so much so that he started proactively colocating new stores next to Starbucks ones.

Quizá todo sea más sencillo: nos defendemos de quien es grande y poderoso. Lo vemos como un peligro para la paz interpares. Cuando un gigante aparece por el barrio, qué menos que apoyar al pequeño que lleva toda la vida. Es puro sentimiento, pura emoción. Buen rollo, echar un cable. Algo muy simple y humano. Qué cosas que tengan que escribir en la MIT Sloan Management Review sobre estos asuntos. Aquí no nos cansaremos de seguir reivindicando lo pequeño. Una y mil veces.

 

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3 comentarios

Amalio Rey 03/10/2014 - 20:41

Bueno el apunte, Julen. Estando de acuerdo contigo, porque pienso igual que hay que reivindicar lo pequeño, creo que lamentablemente mucha gente sigue viendo «lo grande» como una señal de seguridad, y por esa razon, tiende a confiar sus cuartos más en una empresa grande (y por tanto, con más nombre) que en una pequeña. Mucho me temo que en cuestiones de dinero las emociones, y el espíritu Robin Hood, todavía no pesan tanto. Da pena, pero creo que la p… realidad es así, compañero 🙁

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Julen 06/10/2014 - 06:17

Aquí en la margen izquierda del Nervión, en el Gran Bilbao, Altos Hornos de Vizcaya fue un paradigma. Más de 10.000 trabajadores. Pero aquella gran empresa murió. ¿Dónde está la seguridad?

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Gigantes empresariales distópicos – Consultoría artesana en red 26/10/2020 - 06:20

[…] puedes encontrar argumentos para defender este punto de vista en favor de lo pequeño incluso en prestigiosos medios como la Sloan Management Review del MIT. Lo pequeño es hermoso: Economía como si la gente importara es un libro del economista alemán E. […]

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