Newsletters, un poco de por favor

by Julen

Digo muchas pero debería decir «la mayor parte de ellas». O casi una inmensa mayoría. ¿Cuándo te di permiso expreso para que tomaras mi dirección de correo y decidieras que me podían interesar tus envíos semanales, quincenales o mensuales? Ya supongo, claro está, que habrás hecho la declaración ante la Agencia de Protección de Datos. Esto último ni lo dudo. Ja. Ya me gustaría saber cuánta gente que envía newsletters es legal con este asunto.

::.SPAM.::

Pero por dejarlo aún más claro: no me podéis enviar correos electrónicos vía newsletter si no tenéis mi permiso expreso. Lo dice la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico. Punto pelota, no hay más que discutir. Sí, ya sé que todo el mundo lo hace, que tal y cual. Pero las cosas hay que hacerlas bien. Sobre todo, cuando sabes que mi bandeja de correo electrónico está animada.

Yo mismo tengo la tentación de ponerme manos a la obra con una newsletter. No digo que la herramienta no sea de utilidad. Pero no se puede decidir por los demás que sí, que seguro que les interesa lo que vamos a enviarles y que nos estarán eternamente agradecidos. No, por ahí no se va a buen puerto. No supongas nada, que no sabes cómo quiero gestionar la información que me entra vía correo electrónico.

Otra historia delicada es la que respecta a las aplicaciones de e-mail marketing para poner en marcha la artillería que nos va a bombardear con correos. Quien más quien menos lo tiene cada vez más fácil. Tiras de Mailchimp o de sus muchas aplicaciones similares. Y ya está. Nos lavamos las manos. Las direcciones de correo de nuestros contactos ya están ahora en manos de terceros. Muy bien. Suerte con ello.

Sé que voy contra un tren de alta velocidad y que no tengo mucho que hacer. Patalear. Lo de siempre. Y encima pensando si me sumo al carro. Pero no, no puede ser que hagamos las cosas tan mal. Qué menos que un enlace bien sencillo para anular la suscripción y un poco de por favor para que no seamos todos tan pesados. Brindis al sol.

Ale, sin más. Buen fin de semana. No me lo tengáis en cuenta. Eso sí, si quieres un poco de nerviosismo lee por ejemplo este artículo: La ignorancia no nos exime de responsabilidad.

Ah, se me olvidaba. Fernando Tricas tiene la culpa de este post: Se suscribió a esta newsletter y no podrás creer lo que pasó.

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6 comentarios

Venan 27/09/2014 - 11:56

Y el mal uso de estas herramientas puede ser contraproducente, la tentación de pulsar el botón «marcar como SPAM» es muy grande, obtén unos cuantos de estos y tienes un problema. Os suena el cuento de «Pedro y el lobo» que nos contaban en la niñez? Cuando realmente quieras que tu mensaje importante llegue, no lo hará. Y esto hemos de aplicarlo también a quienes facilitas no sólo tu dirección de correo electrónico, el número de teléfono de convierte también en una fuente de SPAM con llamadas, mensajes, WhatsApps y lo que sea que sólo resultan interesantes o importantes para quien los envía, no quien los recibe.

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Julen 27/09/2014 - 12:43

Gracias por el apunte, Venan. Y «marcar como spam», ¿tiene consecuencias para quien lo envía o solo es una decisión personal que, sin más, llevará esos correos a spam cada vez que vengan? Quiero decir si unas cuantas personas marcan como spam esos correos, ¿quien los emite acaba siendo clasificado como spam para todo el mundo?

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Germán 28/09/2014 - 12:44

Me he quedado así como dividido, más bien diría rajado en dos.
Por una parte, totalmente identificado, todo el día borrando mensajes; de vez en cuando me cabreo y me pongo a borrarme de listas diversas, muchas de ellas sin remota idea de los motivos por los que mi email está ahí.
Pero como emisor que también soy, me quedo un poco desarmado. ¿Cómo dar a conocer lo que hago si no mando de vez en cuando un email?. Suelo poner bien grande aquello de «si quiere borrarse de esta lista pinche aquí»,
pero casi nadie se borra de mi lista. Bien es cierto que solo mando a personas que conozco y me conocen personalmente.
Me quedo con la duda …

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Julen 29/09/2014 - 06:44

Yo distinguiría entre tu «círculo de confianza» y algo que va más allá. De todas formas, el tono me parece muy importante. Hay veces que el mismo contenido lo trataríamos de forma muy diferente si llegara con educación. Es lógico utilizar el e-mailing pero tenemos obligaciones de hacer declaraciones ante la agencia de protección de datos, por ejemplo, que no suelen cumplirse. Ojo con esto.

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mangel 28/09/2014 - 20:30

jajaja, Julen Iturbe eres muy grande; yo los suelo mandar al buzón spam si noto que no me aportan nada, como si tu no lo hubieras hecho ya!
esto es solo para tí!

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Julen 29/09/2014 - 06:42

Pues nada, fuego purificador con estos correos jajajaja

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