Millenials y trabajo fragmentado

by Julen

chiste-forges-contratos-temporalesEste fin de semana leía un artículo sobre los millenials en el suplemento dominical de El Correo (no he encontrado la referencia en Internet). Más de lo mismo. La historia se repite con un análisis que dibuja las contradicciones de esta generación nacida desde principios de los 80 hasta el comienzo del siglo XXI. Quizá una franja demasiado amplia donde habría que matizar muchas cosas. Pero lo que me interesa de estos análisis es lo que explican en cuanto a la relación con esa cosa llamada trabajo.

Es evidente que este siglo ha continuado con la tendencia a romper el vínculo estable entre persona y trabajo. Y lo mismo cabe decir entre la persona y la empresa u organización para la que se trabaja. Nada parece ser ya a largo plazo. Ni las relaciones personales ni los trabajos ni los productos o servicios que adquirimos. Todo vive bajo la presión de la inmediatez. Leed a Lipovetsky si os interesan estos asuntos.

El tiempo, prensado de esa forma, salta por los aires y se fragmenta. Satisfacciones inmediatas para instantes que se irán como vinieron. Y cuando nos ponemos de hablar de trabajo y empleo, el vínculo de las personas con esa cosa (sea lo que sea) se diluye como un azucarillo de azúcar en café caliente. Tiende a no ser nada, a perder valor porque unos y otros parecen haber acordado que no es posible mantenerlo más allá de lo que digan las cuentas de resultados anuales.

Las empresas, públicas o privadas porque lo mismo da, miran al nuevo ídolo: la eficiencia. Y este nuevo becerro de oro exige una constante purga de humanos. En tanto que las tecnologías y los sistemas de gestión avanzan (o eso dicen), los humanos que no sean capaces de soportar su ritmo serán eliminados del tablero de juego. Los contratos toman como referencia los días o los meses. Cualquier perspectiva temporal de mayor recorrido pierde sentido.

Así que, ¿qué consecuencias tiene para el TRABAJO, así, con mayúsculas, esta ruptura del vínculo que un día existió? Desde luego que modifica las reglas del juego. Los millenials se defienden con nuevos argumentos. En parte parecería que terminan por despreciar lo que en su día fue un modelo: el empleo de por vida. Ya que nunca más me lo ofrecerás, ¿sabes que te digo? Que si me lo ofreces, puede que no me interese. Ese modelo te lo cargaste y ahora hay lo que hay: personas que no «creen» en tu proyecto de largo plazo. Si las cosas vienen bien, seguiremos. Si no, me echarás. A la puta calle. Sí. ¿Qué me pides, entonces?

¿Pudiera ser que esta nueva generación esté cavando la fosa del trabajo como lo entendimos quienes venimos del baby boom? Nosotros empezamos la obra pero esta gente la va a enterrar bajo toneladas de cemento. El trabajo, me temo, no volverá a ser lo que fue. Al menos durante un largo período de tiempo. Habrá que ver cómo va cambiando de piel el monstruo.

Artículos relacionados

10 comentarios

J.G. del Sol 08/09/2014 - 06:58

(Déjame usar la segunda persona del plural para simples objetivos de trolleo).

Nos estáis llevando a la distopia.Ateneos a las consecuencias: ni pagaremos vuestras pensiones públicas ni podremos sostener una economía financiera sólida que os las dé por lo privado. Y tal y como has señalado, somos unos tontolabas aceptando vuestro sistema y dejando de votar cuando tuvimos oportunidad.

(Fin del trolleo.¿O no?)

Responder
Julen 14/09/2014 - 07:13

No sé yo si tú eres millenial o alguna rara mutación jajajaja

Responder
Juan Carlos Melero 08/09/2014 - 09:48

Hola Julen: Muy interesante el asunto del vínculo. Cuesta imaginar que una persona trabajando en las condiciones que señalas puede desarrollar el más mínimo apego hacia las organizaciones por las que vaya pasando a lo largo de su vida. También me parece que esa desvinculación o desapego se dará en personas de otras generaciones tras ver cómo los equipos directivos de sus organizaciones dejaron claro, en cuanto vinieron mal dadas, que las personas (el corazón del proyecto y blablabla) eran prescindibles si la cuenta de resultados así lo requería. Un nuevo mundo.

Responder
Julen 14/09/2014 - 07:14

Pues sí, Juan Carlos. Aquí la desvinculación es la consecuencia lógica de lo que ofrece eso llamado «trabajo». Me temo que no, no va a ser como antes.

Responder
pere losantos 08/09/2014 - 14:47

Julen, rápido apunte.

Tengo una amiga que trabaja en Oracle hace más de 20 años. Se ha movido por diferentes ocupaciones y geografías dentro de la empresa, pero sigue ahí y bien contenta. Ahora incluso migra del software a la gestión de personas que es lo que se le da de perlas, y le pagan formación y transición. Seguramente se jubilará en esta empresa con un buen bonus y de buen rollo.

El problema no parece que sea una empresa para toda la vida sino qué hacen por tí y contigo en esta empresa.

Pere

Responder
Julen 14/09/2014 - 07:15

Lo que ocurre, Pere, es que la inmensa mayoría de las empresas aceptan las reglas del juego. Y en esas reglas alguien ha escrito: santificarás la eficiencia sobre todas las cosas, incluidas las cosas llamadas personas. Y habrá excepciones. Porque si no, rompemos la baraja y nos apeamos de este mundo.

Responder
Angel Zamanillo 08/09/2014 - 23:26

Hola Julen,

¿puede ser este el artículo al que te refieres?
http://www.finanzas.com/xl-semanal/magazine/20140907/venganza-generacion-7592.html

Un saludo, Angel.

Responder
Julen 14/09/2014 - 07:16

Mil gracias por la referencia, Ángel 🙂

Responder
Iván 11/09/2014 - 20:33

Parece claro que el mundo difiere notablemente de lo que vieron pasadas generaciones, en temas laborales ni hablamos ya. El término millenials empieza a ser un jugo también para muchas empresas, una de esas macrotendencias que también los tiene como foco de consumidores en potencia, algo así como antes fue aquello de la generación X. Es lógico que mucha gente no sienta el apego por las empresas, aquello del trabajo para toda la vida es algo que apenas casi nadie de esos millenials se va a encontrar. Tiempos nuevos y duras, toca adaptarse al cambio y tirar para adelante.

Responder
Julen 14/09/2014 - 07:29

Lo que no sé, Iván, es si lo que estamos ofreciendo a las nuevas generaciones va a terminar por crear una jungla donde cada cual tiene que luchar por su supervivencia a costa de los demás. Jodido escenario sería.

Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.