4: Hernani – Orio

by Julen

Dejé pasar la tarde leyendo en el hotel mientras esperaba que el resto del pelotón ciclista llegara. Las moscas me siguieron haciendo compañía, muy amables e insistentes en corretear por las piernas y los brazos. Además, resultó que sus parientes los mosquitos habían conquistado las habitaciones. Así que hubo que recurrir a la típica cacería a base de trompazos. Ahí pude descubrir la crueldad de Oskar -nuestro hombre de mirada GoPro- mutilando bichos 😉

Nos mojamos un poco hasta dar con nuestro garito para cenar. Comida espartana pero agradable y vuelta al hotel. Situado frente a una empresa papelera parecía en mitad de ningún lado a no ser por el olorcito y los ruidos que desprendía, ambos perceptibles sin mayor problema.

Diana a las 6:45. Mikel ha convocado reunión en el desayuno, arrrr. 7:15 en estado de revista, 7:30 desayunando y en estado de contestar al interrogatorio. Que no, que no, que no era para tanto. Bocata de tortilla de jamón y a charlar un poco sobre Transibilbideak, ¿o habrá que hablar de TransEuskalherria? Denominación, dureza física y técnica, enfoque de la ruta… de todo se habla un poco con la idea de ayudar en el mejor diseño de la ruta. Complicado porque parece que cada ibiltari tiene su propia idea al respecto, como no podía ser de otra manera. Seguiremos probándola. Solo quedan algo más de 1.000 kilómetros por delante.

Ya en ruta nos dirigimos a Andoain con algunos nubarrones de consideración en el cielo. Pero nada, al final nos hemos librado. El comienzo es por una agradable Vía Verde pero de las de aquí, o sea con sus buenos repechos como manda la tradición.

Enseguida llegan las primeras cuestas. Y en esto que tras dejar atrás Aduna topamos con el cuartel general de Iñaki Gorostidi, un harrijasotzaile y también boxeador profesional ya retirado. Nos enseña su santuario, lleno de piedras cilíndricas y rectangulares, txingas, guantes de boxeo, fotografías y demás parafernalia. Además tiene un pequeño taller de miniaturas. Todo un descubrimiento de esta #Tib14. El hombre parece un auténtico personaje, la verdad.

Poco a poco seguimos subiendo con algún tramo de piedra que a más de uno nos obliga a echar el pie a tierra. El terreno está húmedo como consecuencia de las lluvias recientes aunque no tanto como esperaba. Eso sí, arriba abundan los charcos debidos sobre todo a que han estado removiendo el terreno. La fiesta la completamos con un tramo a pie por un hermoso barrizal al haber cortado el paso en una finca particular.

Para las doce estamos entrando en Orio donde el bullicio recorre sus calles. Hay regatas de traineras y el color amarillo predomina con mucho. Vamos hasta el club de remo y luego al polideportivo. Manguerazo a las bicis, ducha, unos tragos en un bar para ver el desenlace de la regata -Orio queda tras Urdaibai por un solo segundo aunque sigue primera en la liga- antes de marchar todos a comer. Una fotografía inmortaliza el fin de esta primera cata de la Tib.

La comida con las familias de Lander, Mikel y Agustín, además de Andeka, otro Ibiltari recién llegado de Islandia, pone punto final a la experiencia. A partir de mañana me quedo tres días más con Fran, Ricardo y Alberto aunque Agustín nos acompañará hasta Zumaia. Yo creo que no se fía de que sigamos dando pedales y quiere comprobarlo personalmente jajaja. Mañana lo contaremos. Un placer la compañía 🙂

Distancia recorrida: 30,0 km. Desnivel acumulado: 633 m. Tiempo de pedaleo: 2h 50min.
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3 comentarios

Angel 20/07/2014 - 23:59

Me alegro que ya no se hable de esas heridas 🙂

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Julen 23/07/2014 - 00:33

Ahí siguen en silencio 🙂

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