¿Por qué lo llaman tamaño cuando debería ser alcance?

by Julen

XXLUno de los mantras más repetidos para que una empresa gane competitividad es conseguir tamaño. Bueno, a veces se esconde un poco el término y se disfraza de «dimensionamiento», como han hecho en la corporación MONDRAGON. Sea de forma más directa o con versiones suavizadas, la idea es que «hay que crecer». Lo hemos escuchado para la empresa industrial, para la de servicios y para la investigación. Ande o no ande, caballo grande.

En realidad hay algo muy cierto en la idea de fondo. Necesitamos capacidad para disponer de una amplia gama de recursos. Pero, ¿por qué necesariamente a través de una organización que los agrupe a todos bajo un mismo CIF? ¿No parece más interesante buscar flexibilidad y aportar esos recursos según cada circunstancia?

Tampoco conviene olvidar que ha habido mucha mala práctica de la mano de la subcontratación, lo que ha podido prevenir contra lo que planteo. Puede pensarse que la «unidad de organización» garantiza mejor la prestación de un servicio. Luego, en realidad, se generan rigideces derivadas de un tamaño que complica todo. Lo que en una organización liviana fluye en un gigante se estanca. Las normas y la burocracia comienzan a comerse la iniciativa. Emerge un «sistema» que todo lo puede.

Me parece mucho más lógico hablar del alcance que proporciona un modelo organizativo en red. Los nodos -las unidades empresariales- deben asegurar calidad y cantidad de conexiones porque ahí se cimenta su competitividad. Desde luego que es su responsabilidad cultivar ese marco de relaciones que la proyecte con «alcance» (y no necesariamente con tamaño). No interesa que el dinosaurio continúe creciendo. Es mejor la tensión derivada de buscar los mejores recursos para satisfacer los requerimientos de cada producto o servicio.

Por supuesto que en función del sector de actividad esto es más o menos fácil. Allí donde el garantismo esté desbocado será muy complicado. La misma Administración Pública suele promoverlo. Nada de contratar a pequeñas organizaciones que no son capaces de poner sobre la mesa grandes números. La «solvencia» tiene que ver con el peso que seas capaz de exhibir. Las toneladas de grasa venden, vaya cosa.

Pasa el tiempo y no aprendemos de la sociedad red. Por mucho que seamos capaces de comprender las bondades de la red, las empresas continúan jugando en la liga de crecer. Cuanto más grandes más influyen, más presionan, más pueden. Así que unos y otros lo fomentan. Y ese poder por volumen, con un sistema que suele deshumanizarse para hablar de «números» y no de «personas» se retroalimenta. Más grande, más ambición, más poder. Me bajo en la siguiente estación, la de la «dimensión humana» de las empresas.

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9 comentarios

¿Por qué lo llaman tamaño ... 19/06/2014 - 15:58

[…]   […]

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