La tarde de Jueves Santo pasó tranquila en El Sabinar. Es un pueblecito a más de 1.000 metros de altitud donde nace el río Alhárabe y en el que se juntaron a la misma hora, a las siete de la tarde, los fieles en la parroquia de San Bartolomé y justo enfrente un numeroso rebaño de ovejas con su pastor. Así que cada oveja con su pareja.
Tremendo lo de este pueblo en el que para apenas un par de cientos de almas se contaban seis bares incluyendo un par de ellos discotequeros. En nuestra pensión escuchamos la historia de la familia que lo regenta, quienes se vinieron de trabajar en un cortijo hace ya unos años. Como al padre le apodaban Nevazo, con ese nombre se quedó el local. Allí trabaja toda la familia.
Paseando por El Sabinar llegamos al nacimiento del río Alhárabe que nos ha acompañado hoy en los primeros 30 kilómetros del día hasta llegar casi a Moratalla. Al principio por una vega muy amplia en Campo San Juan y luego ya mucho más encajonado por una garganta espectacular como podéis ver en la foto que acompaña a este post.
El descenso desde los 1.200 metros de El Sabinar hasta los poco más de 600 de Moratalla es muy entretenido combinando zonas de piedra tanto en subida como sobre todo en bajada con otros tramos rapidísimos de pista ancha y sin problemas. Son cerca de 35 kilómetros que se hacen en un santiamén. Nos ha dado tiempo de ver un jabalí y a un par de corredores perdidos por el monte.
En Moratalla se escuchaban los ensayos de los tamboristas pero hemos seguido hacia delante para hacer la primera parada en Caravaca de la Cruz. La hemos encontrado metida de lleno en su fiesta de Semana Santa, con olor a txozna incluido. Será fiesta religiosa pero me da que el alcohol fluye con alegría 😉
En Caravaca he decidido acompañar a Alberto hasta Mula. Yo terminaba en Bullas y él se baja hasta Murcia, así que me he ido hasta Mula, que son 20 kilómetros más, y luego después de comer con él me he vuelto. Es un trazado fácil por la Vía Verde del Noroeste aunque el calor apretaba de lo lindo a las tres de la tarde cuando volvía subiendo de vuelta.
Conste que lo de bajar a Mula ha recibido su premio. Impresionante y ensordecedor el ruido de los tambores. Miles de personas, cada cual con su tambor, deambulando por el pueblo y tocándolo a su ritmo. Además, con sus túnicas y ropajes variopintos. Cosa curiosa donde las haya.
En fin, tocan ahora cuatro días de pedaleo en solitario hasta que Ángel se venga el martes a Jumilla y me acompañe un par de días. Voy a darme una vuelta aquí por el pueblo. Hasta luego.
Distancia recorrida: 110,08 km. Desnivel acumulado: 1.043 m. Tiempo de pedaleo: 5h 39min.
Enlace a datos completos de la etapa en Garmin: http://connect.garmin.com/activity/482190022
Post generado desde smartphone.
1 comentario
[…] El Sabinar – Bullas: 110,08 km. […]