Productividad en el trabajo: oficina sí, oficina no

by Julen

En la oficina ;-)Raúl Hernández ha realizado una amplia reflexión sobre su manera de entender lo que le aporta y lo que le quita su actual trabajo «de oficina»: Otra forma de trabajar en la oficina debe ser posible. El tema es complejo porque creo que admite muchas variantes. Cada cual somos diferente y lo que a alguien le funciona resulta que para otra persona será un fiasco. Lo que sí me parece importante en cualquier caso es buscar cuál es nuestra forma óptima de trabajar.

Por otra parte, el sábado pasado coincidí con Alberto Ortiz de Zárate en una fiesta entrañable (nos juntó a una buena cuadrilla de gente que estudiamos Psicología y Pedagogía allá por los años 80 del siglo pasado) y estuvimos hablando un rato de esto también. Él lleva ya un tiempo con su propio proyecto y anda también buscando su mejor manera de gestionar el tiempo de trabajo. En su caso, como en el mío, desde nuestras propias casas.

Mi reflexión tiene que ver con la variedad. Yo al menos necesito aire fresco cada cierto tiempo y trato de jugar con los tiempos para intentar dar con la combinatoria más adecuada. En mi caso junto cuatro elementos:

  • Hay momentos en que necesito concentración y nada mejor que el despacho que tengo en casa, donde reconozco que soy un privilegiado. Puedo usar el escritorio o sentarme en el típico butacón si se trata de leer a gusto. Aquí me he vuelto maniático y tengo mis fetiches a la vista. Reconozco que he generado cierta dependencia de este santuario 😉
  • En ocasiones me hace falta contacto físico y charleta para estimular neuronas. Lo traduzco a acercarme a la universidad. Antes era solo Oñati pero ahora, con la apertura de BBF, tengo una segunda posibilidad. Allí está la gente de LEINN y Tazebaez, un lujo para cualquiera que quiera revolver ideas. Es mi segunda opción, según cómo me sienta.
  • Una tercera posibilidad es la de coger la bici si la agenda me lo permite. Por ejemplo, el viernes pasado me lo cogí completo para testar una ruta del proyecto TransIbilbideak por el Parque Natural del Armañón y el valle de Karrantza. Me oxigena pero también, al ir solo dando pedales, me deja mucho tiempo para pensar. Y, lo creáis o no, me vienen buenas ideas. Además de que, casualidades de la vida, en más de una ocasión me han surgido proyectos mientras daba pedales. El móvil no sabe en qué oficina estoy y solo hay que atenderlo si suena.
  • La última posibilidad es estar trabajando en las instalaciones del cliente o bien reunido a través de skype o hangout. Son momentos específicos vinculados a la naturaleza de cada proyecto. Este tiempo es evidentemente muy diverso en uso, pero también hay que gestionarlo para intentar que no se nos imponga. Quiero decir que es importante la gestión activa de qué momentos del día o de la semana son más adecuados. Sí, la presencia en el cliente también hay que gestionarla.

Ya sé que puede sonar un poco idílico, pero me queda claro que esto del tiempo de trabajo/no trabajo y los espacios físicos hay que «gestionarlo». Yo cuando empecé a currar por mi cuenta en 2003 no tenía claro que la decisión de trabajar desde un despacho en casa iba a ser la correcta. Después, poco a poco, he ido encontrando un cierto statu quo. Creo que me sirve, pero no me veo como para dar consejos. Cada cual tiene que buscar cuál es su mejor opción.

Un último apunte sobre lo personal y lo profesional. Yo esos dos espacios los tengo fundidos. Otra decisión importante. En mi agenda coloco asuntos personales y profesionales. Suelo explicar que incluir ahí lo personal representa un dique de contención frente al trabajo, que, como todos sabemos, funciona igual que un gas: tiende a extenderse para ocupar todo el espacio disponible. Y por ahí no paso.

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32 comentarios

Guillermo Yañez 11/03/2014 - 13:20

Hola Julen, a las 3:00 me iré mal comido a darme un paseo con la bici de carretera. La he retomado después de muchos años y a mi también me oxigena mucho.

Esos ratos de paseo-deporte, ahora en bici y antes corriendo, dan mucho juego; entras en un estado de concentración que te permite llegar a casa y retomar un proyecto o iniciar otro nuevo a partir de otra idea nueva.

Otro saludo, y espero que un día, antes que después, nos podamos dar un paseo en bicicleta y charlar si nos apetece, y si no, pedalear en silencio.
Guillermo.

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Julen 11/03/2014 - 17:28

Pues mira que Soria tiene muuuuuchos sitios para pedalear. La que acabas de liar… te tomo la palabra 🙂

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Mikel 11/03/2014 - 17:29

Jeje, este artículo nos viene al pelo 😉

En nuestro caso, pasamos de tener un despacho en casa para trabajar a una pequeña oficina. La verdad es que, como bien conoces, nuestro caso es bastante particular, ya que nuestra vida personal se junta irremediablemente con la vida laboral, y si además fuera entre las mismas cuatro paredes ¡UFFFFF!

Lo de trabajar en pijama a veces estaba bien, pero no guardo buenos recuerdos de levantarnos del sofa por la noche al despacho. Ahora desconectamos un poco más, aunque lo del portátil mientras vemos la tele no creo que se acabe…

En mi opinión creo que tomamos una buena decisión al alquilar un pequeño txoko, aunque nos cueste bastante más económicamente (alquiler, luz, agua, adsl, desplazamientos,…). Eso sí, esto no significa que alguna vez no volvamos a la calidez de nuestro hogar. De momento vamos a poner un sillón en nuestra ofi 😉

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Julen 11/03/2014 - 17:32

Bueno, desde luego que la distancia hogar/oficina a mucha gente le viene muy bien. En gran parte también tiene que ver con las condiciones de trabajo y el aislamiento que seas capaz de generar en tu casa. Claro que una criatura de por medio… mejor en la ofi para trabajar, ¿no? 😉

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alorza 11/03/2014 - 20:44

Buena descripción de los arreglos que cada uno hacemos con nuestra actividad, nuestro espacio y nuestro tiempo.

Los que tenemos hijos e inclinaciones de amos de casa tenemos buenos cortafuegos para insertar en la agenda. El tiempo que dedico a cocinar, a comprar, a llevar y traer niños o a ayudarles con los deberes es tiempo ganado, descomprensión de ese trabajo que actúa como un gas a presión.

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Julen 11/03/2014 - 21:36

Va a ser que las cosas de casa nos ayudan más de lo que pensamos 🙂

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