La abundancia obliga a repensar el negocio, explica Clay Shirky

by Julen

AbundanceMcKinsey publica una entrevista con Clay Shirky en la que explica unas pocas cosas acerca de las implicaciones del «poder disruptivo de la colaboración». No esperes leer nada nuevo. Continúa el viejo mantra de que el descenso en los costes de transacción que las tecnologías nos ofrecen posibilita interacciones antes impensables. Esto dinamita los principios por los cuales las empresas han construido su competitividad: la escasez. Algo vale en la medida en que hay poco de ello. Pero Internet y sus inmensas posibilidades para colaborar generan el efecto contrario: algo vale en la medida en que hay mucho de ello.

Sin embargo, un factor a tener en cuenta es cómo se comporta el precio ante la «abundancia». En general, sigue un principio que suele repetirse: el precio del producto/servicio comienza a caer hasta alcanzar muchas veces la frontera de lo gratuito y convertirse en una commodity. Pierde su diferenciación y pasa a engordar un mercado difuso donde la consecuencia es que no incita a competir en él.

Shirky comenta en la entrevista:

The other set of effects, which is more narrowly targeted at the media industries, is that typically the new companies don’t take the profits of the old companies; they make the profits of the old companies go away. You end up having to shift from operating in a position of scarce resources and abundant profits to a world of abundant resources and scarce profits. And the design of businesses and organizations in that second world is very different from that first world.

O sea, que para una empresa no tiene mucha gracia esto de la abundancia. La obliga a hurgar en nuevos modelos de negocio. Los ingresos por unidad de producto caen y los márgenes comienzan a ser negativos. La lógica del pasado no sirve para el presente. Claro, si yo fuera empresa tradicional también me pondría de uñas contra este nuevo estándar.

En la educación, por ejemplo, tenemos el fenómeno de los MOOC. ¿Cuántos videos de docentes explicando lo habido y por haber podemos encontrar en Internet? ¿Por qué voy a pagar por algo que puedo conseguir gratis? Aceptando que la motivación de quien aprende es el mejor predictor de éxito, si tengo las ganas y encuentro los recursos, ¿por qué voy a pagar a una institución por un programa de formación cuando se ha convertido en una commodity a la que puedo acceder con un solo click?

Por supuesto que la abundancia cambia las reglas. El mercado disponible con toneladas de información en Internet ofrece incentivos y genera daños colaterales. Los modelos tradicionales de ingreso para las empresas saltan por los aires. El plan A no funciona y tienen que reinventar un plan B. No es tanto lo que tú querrías que fuera sino aceptar que el curso de los acontecimientos te conduce a una lógica diferente. La disponibilidad masiva de un bien tiende en general a hacer que pierda valor de mercado. Hay un punto en el que se rompe la relación entre precio y demanda. El precio había estado creciendo por la demanda pero cuando la cantidad disponible explota pasa a convertirse en commodity. Así que no queda otra, pasar al plan B, como Shirky reconoce.

So I think one of the things to recognize, I use the analogy of a rocket ship: You can’t get a rocket to the moon just by aiming it. You also have to give yourself the ability to course correct. And when we look around at the landscape of really big successes, very often what we see is that the course correction turned out to be more important than the initial direction.

La imagen es de Simply CVR en Flickr.

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