Percepción de InternetUn ejercicio que suelo realizar en algunas de mis clases sobre estrategia de presencia en Internet de las empresas es pedir a quienes asisten que escriban tres palabras que asocian a Internet. Con esas palabras configuro un Wordle que después compartimos y sobre el que discutimos. A mí me sirve para comprender el posicionamiento global del grupo con el que trabajo respecto a la red de redes. He realizado el ejercicio muchas veces y cada vez me va quedando más claro que se manifiestan dos posturas con cierto grado de radicalidad.

No es que en todos los grupos se observen estas actitudes extremas, pero casi siempre hay personas que las manifiestan. Es cierto que hay palabras más asépticas, como información, pero casi siempre las palabras elegidas muestran una postura a favor o en contra. La imagen que acompaña a este post es el wordle de una de mis recientes clases.

Quienes me conocen saben que me gusta jugar con las paradojas. Es más que evidente que abordar un fenómeno como Internet requiere un enfoque crítico. Nadie nos va a negar a estas alturas de la película las inmensas posibilidades que nos abre. Pero también es cierto que la manipulación a la que podemos vernos sometidas es preocupante. Eso sí, como decía el bueno de Lawrence Lessig, no hay interruptor que nos desconecte de Internet, así que no queda otra que saber manejarse en este complicado escenario.

Cuando hablo de «mis clases» me refiero a formación de postgrado en la universidad. Vamos, que enfrente hay personas que o bien están en puestos directivos o aspiran a mejorar sus competencias en gestión. ¿Cual sería la fotografía si este mismo ejercicio lo hacemos, por ejemplo, con un consejo de dirección de una empresa? ¿Predominarían las palabras negativas o, por contra, emerge claramente el enfoque de «oportunidad» más que de «amenaza»? Mi opinión es que hoy se percibe más como amenaza que como oportunidad. Sé que generalizo pero es lo que veo.

Lo anterior tiene su importancia porque cuando vas a trabajar con una empresa hay una capa previa a la tecnológica y la de las herramientas: es la capa de la actitud, de los prejuicios, de las asunciones previas. Y no tener en cuenta esta capa hace que un proyecto para trabajar la presencia en Internet dé dos pasos hacia delante y tres hacia atrás. Hay que abordarla y hay que hacerlo con mucha mano izquierda. Además, si las posiciones en contra son muy viscerales, el asunto es más complicado aún.

Quería compartir esta reflexión porque, en mi caso, me sucede además que las dinámicas en el aula quedan condicionadas por esta visceralidad. Valorar Internet sitúa a las personas ante una opción ideológica. Mucha gente pone por delante la pérdida de privacidad a la que nos aboca, las patologías asociadas a comportamientos convulsivos de consumo de información o una transformación de las relaciones personales que no les gusta. Lo queramos ver o no, es una realidad con la que hay que tratar. Amor y odio en la misma clase.

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2 comentarios

Isabel 27/01/2014 - 07:53

Creo que tu percepción es acertada, se percibe bastante bien en las juntas directivas y órganos de dirección de las organizaciones empresariales, que es donde se sigue reuniendo esa elite del poder a la que te refieres. Tienes razón, son posiciones ideológicas porque en estos entornos sigue predominando la mentalidad que imperaba antes de la crisis.

Lo de dos pasos hacia delante y tres hacia atrás me ha recordado a la reflexión de Asier sobre lo nuevo y lo viejo. Muy útil ese proceso con la nube de tags, lo anoto.

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Iván 27/01/2014 - 09:49

Parecen claras las buenas cosas que tiene internet, pero también parece evidente que casi todo tiene su lado oscuro. La pérdida de privacidad creo que en algunas cosas va a ser uno de los grandes dimes y diretes de la red, además del uso que de nuestra identidad hacen los gobiernos y las propias empresas.

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