Las alertas y la sociedad del riesgo

by Julen

"Risk"Hace muchos años supongo que prever el tiempo era algo relacionado con la capacidad de observación del entorno en que cada cual vivía. La naturaleza mostraría detalles que, bien interpretados, harían posible la predicción. Hoy en nuestra sociedad infoxicada, la previsión del tiempo se ha convertido en espectáculo digno de ocupar las horas de Prime Time. Y si, además, se le pueden añadir dosis tremendistas, mejor que mejor.

Ulrich Beck tiene un libro dedicado a mostrar el riesgo como algo inherente a la sociedad contemporánea. No hay manera de escapar a su sombra. Estés donde estés, los mensajes para que te sientas en riesgo son constantes. El riesgo se globaliza y se convierte en materia prima para cualquier canallada, sea pública o privada. El riesgo de terrorismo provoca espionaje de dimensiones inabarcables, el riesgo de tormentas provoca mensajes apocalípticos a la población, el riesgo de erupciones volcánicas provoca una lujuria informativa como no se conoció otra igual.

Luego puede suceder que el riesgo no cumpla su amenaza. Pero mientras tanto la población interioriza el mensaje. Nos puede pasar algo malo. Nos puede suceder lo peor de lo peor. Nada de alegrías. Hay que contener la respiración y hablar en voz baja. Hay alerta.

Supongo que ya habrá sesudos estudios científicos sobre cómo repercuten este tipo de mensajes en la ciudadanía. En principio yo creo que la abotargan y hasta, si me apuráis, la discapacitan. La sumen en una parálisis preventiva dando pie a esas conversaciones sobre cataclismos que tanto gustan a quienes juegan con esos dichos y redichos: «Chica, hay que ver lo mal que está todo». Pues sí, fatal. O al menos esa es la predicción.

En la previsión del tiempo las alertas son una herramienta útil. La gente puede tomar precauciones y evitar males mayores. Pero como te pases de frenada, el impacto en la moral de la tropa se las trae. La  población queda en manos de quienes comunican las alertas, que ahora se convierten en pastores de unos rebaños donde las ovejas se juntan unas contra otras resignadas a su destino.

En fin, como comprenderéis, hablamos desde El Hierro, aquí en Canarias, donde las alertas van y vienen estos días por el mal tiempo. Aquí ya hay algunos problemas en las carreteras por desprendimientos. Las autoridades tiran de Twitter para comunicar cómo va todo. Es el progreso. Tenemos información. Antes sabíamos de los destrozos. Ahora, además, sabemos que los vamos a tener. O que puede ser que los tengamos. Todo un estado de ánimo.

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3 comentarios

Germán Gómez 11/12/2013 - 16:56

Así andamos, todo el día pensando en lo que podría suceder y nos olvidamos de lo que sucede realmente

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Goyo del Sol 12/12/2013 - 18:35

Ana ya y no te quejes tanto, que estáis en un paraíso 😉

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Isabel 12/12/2013 - 19:50

Me había quedado con una frase que le va perfecta a tu reflexión: «Nos regalan miedo para vendernos seguridad». Lo malo es que compramos 🙁

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