Esperar

by Julen

the art of phisingPaciencia, no hay prisa alguna. Se trata de esperar. Llegará el momento y hay que estar ahí; por eso es importante aguantar. Mientras pasa el tiempo hay oportunidad de rellenarlo con mil historias. Se puede huir muy lejos siempre que la caña aguante en su sitio. Viajar mientras el cuerpo, inmóvil, se sujeta a su asiento.

La araña lo confirma: nada se mueve. La paciencia es su hogar y ella bien que lo agradece. Así que teje su hogar pensando que no habrá sobresaltos, con el fin de afirmar esa tremenda quietud. Hace ya años que no hay peces pero el punto final apenas cuenta. Lo que sirve es la espera. Es actitud, es una huida sin apenas movimiento.

Desde allí arriba la vista es amplia. La sensación de dominio reconforta y es fácil sucumbir a la tentación. Se puede jugar con el paisaje: descubrir pequeñas variaciones que animan al pescador a anticipar un final feliz. Percibe detalles y recuerda aquella vez que atrapó un pez. Pervive confuso en su memoria pero cree recordar que sí, que sucedió.

Ahora mantiene la mirada fija en la tela de araña. La observa y se pregunta. Es la mejor de las pruebas. Se sabe paciente. Una inmensa alegría recorre su cuerpecillo encajado en el molde del asiento. Espera sin prisa alguna. Sabe que es la mejor de sus virtudes. Una chica se acerca y le hace una fotografía: el arte de pescar.

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