En bici por el Camino de la Virgen

by Julen

Raya TejegüeteSi algún acontecimiento tiene significado hondo aquí en El Hierro ese es el de la Bajada de la Virgen. Cada cuatro años la isla se vuelve loca para bajar a la Virgen desde la Ermita allá en la Dehesa hasta la capital, en la Villa de Valverde. Como toda buena tradición la fiesta está repleta de detalles que hay que saber interpretar. Nosotros, residentes ocasionales aquí en la isla, de momento solo asistimos desde la distancia a este evento donde fe y fiesta se dan la mano.

El caso es que andamos estos días de alerta en alerta en la isla del Meridiano. Este lunes viento y hoy y mañana, además, lluvias, tormentas y mala mar en la costa. ¿Alguien da más? Vale, crisis sísmica, pero eso ahora no toca… de momento. El caso es que he cogido una bici para dar pedales un par de días por algunos caminos de esta parte del sur de Islandia. Y ya que la tengo, lo siento por el viento, pero no podía dejar pasar la ocasión. Desde La Caleta todo para arriba. La idea inicial: subir hasta Malpaso.

Pero enseguida de salir me he dado cuenta de que no, que hasta Malpaso iba a ser imposible llegar. Demasiada fuerza la del viento a medida que ascendía. Subir en bic suave suave desde La Caleta hacia Valverde significa contemplar el mar y el aeropuerto omnipresentes allá abajo. No está mal haberle sacado ese pedazo de asfalto llano a una costa que no se deja domar tan fácilmente. Pedalada a pedalada, sin prisa pero sin pausa, por fin se ven ahí arriba las primeras casas de la Villa. Pues nada, hacia El Mocanal, que por ahí el viento no será tan fuerte como si subo por Tiñor.

La subidita por Betenama es encantadora. Algo más de trescientos metros de desnivel en dos kiometros y medio. Hermosa cuesta. Pero más hermoso aún el viento. No, decidido, esta vez no me subo hasta Malpaso. Será llegar a San Andrés y bajar por el Camino de la Virgen.

Y entonces sí, el camino te traslada en el tiempo. Los pedales se vuelven añejos. Imaginas las chácaras, los pitos y los tambores. Imaginas todo lleno de gente. Imaginas fiestas ancestrales. Escuchas la melodía que te acompañará ya en todo el recorrido. No te la puedes quitar de encima. Y hasta imaginas el gentío en la Raya Tejegüete por donde ahora, en cambio, pasas tú con tu bici y nadie más.

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1 comentario

Manel [cumClavis] 10/12/2013 - 16:51

El baile del vivo:

Arriba arriba, flor de las flores / que yo me muero por tus amores. / Salen del Morro, van pa´la Habana, / cinco navíos y una tartana. / Arriba arriba, arriba iremos, / que en allegando, descansaremos. / Tu legartillo, yo perenqué, / si tu estás gorda, Yo estoy también. / Hapa la Hapa, paloma mía, / hapa la hapa, que viene el día. / El baile del vivo no lo se bailar, / que si lo supiera ya estuviera ya. [Valentina la de Sabinosa

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