El derecho de acceso a Internet: ¿más negocio?

by Julen

Aquí ya hemos hablado en alguna ocasión del acceso a Internet como un derecho de la ciudadanía. Claro que de lo que decíamos hace tiempo a la realidad de hoy en día, las cosas han cambiado. No tanto en el sentido de cuestionar ese derecho sino en cómo se logra y en qué marco global de prioridades. Además, el ya recurrente negocio de Big Data ofrece segundas lecturas interesadas de todo este fenómeno.

Saco a la palestra el asunto porque leo vía Euskadi+innova que el señor Zuckerberg y otras personas desinteresadas están promoviendo Internet.org, un proyecto que persigue, según parece el acceso universal a Internet. Pues bien, estupendo. Un video que empieza con los buenos deseos de paz y buena voluntad. Y a uno se le encienden todas las alarmas de inmediato con este tipo de mensajes.

«Todos conectados. En cualquier parte del mundo». Sí, pero ¿en qué condiciones? Porque tal y como está el patio, hay dos condiciones para avalar este tipo de iniciativas:

  1. Hay que trabajar en necesidades más básicas de una gran parte de la población de este planeta que antes que Internet, necesita comer, disponer de educación o electricidad.
  2. El acceso a Internet debe realizarse con garantías de que no es simplemente más madera para el circo del gran negocio del siglo XXI: información acerca de quiénes somos.

Con el estado actual de las cosas, que ciertas personas -y sus grandes empresas- nos ofrezcan videos de buenrollismo con un mensaje de «salvemos el mundo todos enlazados y en una conversación global» no cuela. Esas grandes empresas dan demasiados malos ejemplos como para no ser precavido. Lo que está pasando con el gobierno de USA no nos descubre nada nuevo. Simplemente nos habla de la estrecha relación que existe entre los diferentes poderes, económico y político en este caso.

No obstante, reproduzco aquí el video de Internet.org para dejar que juzguéis si soy solo yo a quien se lo parece, o no es de un tono baboso bastante subido. Un negocio de 1.150 millones de personas se queda corto si pueden alcanzarse los 5.000 millones, ¿no? Aunque para eso haya que escarbar entre las emociones más básicas.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.