El número de abril (todavía a fecha de hoy no subido a la web) de la revista KOOP que edita ERKIDE, la Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado, Enseñanza y Crédito de Euskadi, recoge datos sobre el trabajo de apoyo de ELKAR-LAN a la creación de cooperativas en 2012. Los datos son significativos: 124 nuevas cooperativas cuando en años anteriores nunca se había llegado a la cifra de 100 sumando lo acontecido en Álava, Gipuzkoa y Bizkaia. En concreto, en 2011 fueron 96 por las 80 de 2010 o las 70 de 2009.
El crecimiento más significativo se ha producido en Bizkaia, donde se ha pasado de 30 en 2011 a 72 en 2012. De hecho, este es el dato que explica el incremento por cuanto en Álava y Gipuzkoa el número de cooperativas promovidas por ELKAR-LAN ha sido en 2012 menor que el año anterior (12 frente a 14 en Álava y 40 frente a 52 en Gipuzkoa). Con estos datos tan curiosos la realidad, en números globales, es que parece que se crean más cooperativas. Pero, ¿por qué?
Podríamos querer leer en positivo: conciencia cooperativa, la idea de que otro modelo de empresa es posible, solidaridad entre personas… Sí, hay que leerlo así. Pero también que la crisis empuja a la gente a tener que buscarse la vida. Donde antes había un empleo hoy aparece un «depende de ti». La seguridad laboral se ha despeñado. Hacía tiempo que circulaba por la carretera de la muerte y la defunción es casi ya oficial.
Si ahondamos más en los datos que nos ofrece KOOP hay algunos otros asuntos que me llaman la atención. Las mujeres que promueven estas nuevas cooperativas representan algo más del 40% frente al resto de hombres. Me parece un buen dato para como andan las cosas en materia de igualdad en el trabajo, ¿no? Y es curioso que frente al 24% de hombres emprendedores que poseen estudios de licenciatura, en el caso de las mujeres esta cifra alcance el 53%. Es decir, que las mujeres que emprenden tienen bastante más nivel educativo que los hombres.
En el lado de las sombras, como comentaba, están los motivos por los cuales se emprende. KOOP recoge tres razones y se distribuyen de esta forma:
- Proyecto de empresa 49%
- Pérdida de empleo 37%
- Otros motivos 14%
Es decir, más de una tercera parte de las personas que han emprendido con la fórmula cooperativa lo hacen porque han perdido el empleo. Así de simple. Quiero pensar que también tienen un proyecto de empresa y que estas dos no son categorías excluyentes, pero el dato ahí está: el 37% acometen un proyecto no porque en origen quisieran, sino porque no les queda otra opción. En las conclusiones del informe de KOOP ellos mismos reconocen este incremento si bien no lo consideran «significativo».
De todas formas, y por terminar con un dato realmente positivo, el informe reseña una tasa de supervivencia del 97%. Algo espectacular. No sé muy bien cómo se mide esta variable, pero si esto quiere decir que de cada 100 cooperativas que se ponen en marcha, 97 aguantan operativas (no sé el tiempo de referencia) al cabo de unos años, ya es una noticia esperanzadora, ¿verdad?
En fin, de agradecer este tipo de informaciones para tomar contacto con la realidad en esta parte del sur de Islandia donde nos ha tocado vivir. Por si alguien está interesado, dejo un par de enlaces a materiales bien interesantes de ELKAR-LAN:
- Guía práctica para constituir una cooperativa
- Presentación sobre la Ley 6/2008, de 25 de junio, de la Sociedad Cooperativa Pequeña de Euskadi (BOPV 4/7/2008)