Sentido crítico ante las actitudes de los alumnos… y de las empresas

by Julen

I'm thinking of...Ha llegado a mis manos un buen trabajo de análisis sobre la forma en que abordar las actitudes de los alumnos en la universidad. Asunto muy complejo hoy en día. Eso que quienes acceden a la universidad traen como bagaje propio es una salsa muchas veces misteriosa aderezada por una gran cantidad de ingredientes. El resultado de su combinación es, en buena medida, un cóctel cuyo sabor no alcanzas a apreciar en toda su extensión. Por eso lo arduo de la tarea: ¿cómo trabajar esas actitudes?

Si hablamos de mi facultad, Empresariales (y supongo que en cualquier otra que se dedique a lo mismo en esta parte del sur de Islandia) no tengo duda de que ahí fuera todo está condicionado hoy en día por los momentos de crisis. Porque puestas a pedir, las empresas pedirán el oro y el moro: personas muy cualificadas, flexibles, comprometidas y con actitud. Total, nada nuevo bajo el sol. Si me preguntas te contaré aquello que más me convenga.

Pues bien, además de personas empleables o emprendedoras, creo que es fundamental desarrollar el sentido crítico. Ahora más que nunca no podemos comulgar con todo lo que se pide. Las empresas son una parte importante de la sociedad y su rol ha sido tradicionalmente el de generar riqueza. Pero el saco de las actuaciones de dudosa calaña de muchas empresas también debe prevenirnos contra una aceptación ciega de sus condiciones.

Con el paso de los años, me queda cada vez más la duda de cuántas personas han llegado a cumplir sus sueños a través del trabajo. Como manera de medir el éxito en la vida, el tipo de trabajo que tienes en gran parte te define: «eres lo que trabajas«. De hecho esa frase lapidaria de «Haz de tu pasión tu trabajo»… me pone los pelos como escarpias. Que no digo que no sea una posibilidad, pero llevar al mundo laboral lo más hondo de quienes somos necesita una pensada. Y cierta distancia crítica.

Quizá los alumnos que pasan por nuestras aulas deban reconstruir lo que son en sí las empresas y cómo interactúan con la sociedad en la que están insertas. Quizá deban desmontar un sistema para montar otro. Espero que sea más humano, que tenga de verdad en cuenta a las personas en lo que son y no como recursos que se imputan como un gasto en la cuenta de explotación. Puede ser que mi generación y mucha gente que provenimos del baby boom hayamos disfrutado de un contexto económico favorable. Y a lo mejor hemos creado un pequeño monstruo que necesita hoy una mirada crítica.

La empresa de mañana tiene que reengacharse con la persona, tanto en singular como en sentido colectivo. Nuestros alumnos no pueden ser, sin más, lo que las empresas quieren que sean. Eso es demasiado peligroso si no se somete a crítica permanente. Transformar materia prima (personas) usando un molde único es algo que da pavor. Porque el sistema se puede tragar a una generación que choca contra una realidad que está mostrando la peor de sus caras, la de que el trabajo se acaba, como compartía Alfonso Vázquez en su último artículo del blog de Hobest.

En fin, en este trabajo que comento que me ha llegado de mi facultad y que he leído con mucho gusto (buen trabajo) se enlaza el video que os dejo aquí. Lo veo, lo vuelvo a ver y me queda un regusto extraño. Y mira que el video está muy, pero que muy bien realizado. Actitudes, sueños, confianza en nuestras posibilidades. ¿Y qué hay de las empresas y de las actitudes de toda una clase directiva que las gestiona?

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7 comentarios

Iván 27/05/2013 - 08:48

La capacidad crítica es necesaria siempre, pero claro hay ver que cuando somos jóvenes y curramos hay gente por arriba. Y seamos sinceros y realistas, muchas veces toca agachar la cabeza y mirar para otro lado, no queda otra, pues jugamos con desventaja. La situación actual del mercado de trabajo no augura un cambio drástico, pues ya se sabe eso de que la gente tiene que aguantar ahora más, debido a que hay que llevar un sueldo a casa para comer. Creo que la gente que tiene libertad financiera o trabaja por proyectos tiene mucha más flexibilidad en eso, al menos es lo que se ve desde la distancia. Si te sirve otro matiz, creo que en las universidades privadas puede haber menos actitud critica, creo que sin duda es más sumisa, sobre todo en los alumnos.

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Julen 28/05/2013 - 06:07

Esto último que dices de la universidad privada… pues asunto delicado. Porque con el modelo «privatizador» en que vivimos, parece que esa parte que se ve como «medio para un fin» (la empresa, como fin) puede hacer mucho daño en lo que se refiere a capacidad crítica. Si tu amo (dicho a lo bestia) pide, se le concede. Bufff, qué miedo da pensar en esto…

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Mak 27/05/2013 - 13:35

Si los cargos, políticos y de la Universidad, los que deciden si caer ante los encantos de adaptar la universidad a las necesidades de la sociedad, o sea, de las empresas, no practican ese espíritu crítico, poco importa que lo tengan los alumnos,

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