Y dale con tener objetivos

by Julen

Target Dog!Creo que no hay lista de consejos que lea que no empiece por: «primero, hay que tener claro el objetivo». Ya puede ser para escribir un blog, para estar en LinkedIn, para usar Twitter, para que luzca tu currículum vitae o para tener pareja. Por supuesto que las estanterías de las secciones de autoayuda de las librerías rebosan de toneladas de manuales para orientarte en esto de ir por la vida con los objetivos claros. Date un vuelta y verás que no te engaño.

Sí, alguien ha decidido que lo primero es tener las cosas claras. Un sesudo análisis de tus fortalezas y tus debilidades a lo que sumarás lo que en el entorno ves como amenaza y como oportunidad te dará por resultado que ya sabes cuáles son tus objetivos. Realistas y correctísimos. DAFO para qué te quiero. Pues para eso, para que te autoanalices y te gestiones. Para que traces el camino por el caminarás hacia el éxito. Luego, una vez allí, ya decidirás.

En fin, no voy a ser yo quien se cargue esa inmensa sabiduría colocada en los best-sellers sobre autoayuda. Su función tienen para tanta cabeza locuela como anda por ahí. Pero sí que da un poco de grima esa insistencia en racionalizar nuestra existencia y desplegarla como si fuera el plan de gestión de la persona que somos S.A. Porque parece que hubiera un mensaje encubierto: si te dejas llevar la cagas. Ya es hora de que sientes la cabeza.

Al lado de lo racional viaja, no obstante, la intuición. Y me parece que opera con (i)lógica diferente. Aunque andan ya los sabios autoayudadores delimitando esa cosa que es la inteligencia intuitiva, quitando hierro a la sinrazón y elevando el peso de la inteligencia. Hemisferio derecho y hemisferio izquierdo continúan librando una desigual batalla donde el izquierdo se impone por goleada. Y no me parece que convengan semejantes abusos.

Esta hiper-responsabilización que nos colocan sobre los hombros para que gestionemos en forma excelente nuestra vida tiene sus riesgos. Sí, que lo hicimos tan bien, tan bien, que al final… no la disfrutamos como debiéramos. Por eso es por lo que quizá no tenemos que tomarnos todas estas proclamas tan en serio. Esto, claro, incluye todo lo que digo en este blog. Faltaría más. Relájate y disfruta.

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5 comentarios

Manel [cumClavis] 24/04/2013 - 08:11

Por lo que parece, toda esta fila de manuales “para gobernar la propia vida” podrían pasar a engrosar las estanterías del pensamiento antiguo ya que, como creo que te comenté en Madrid, “el resultado de las investigaciones apuntan a que nuestra actividad mental no se limita a la reducida visión del mundo que aporta nuestra consciencia [aquello que creemos que vemos, que sabemos, que somos] sino que se rige por mecanismos mucho más complejos [y completos] que tienen en cuenta un sinfín de estímulos que ignoramos, que se producen entre bastidores y que son el origen de algo a lo que le damos escaso o ningún valor a pesar de que podría determinar y ser el verdadero responsable de la mayoría de nuestras decisiones reales” [entre comillas porque lo saco de un post]. Este aspecto intuitivo del “dejarse llevar” al que apelas [y que comparto], al final será lo más inteligente, dentro de lo inteligente. Y es que ya se suponía…, que no podía ser… Que tengas un buen día!

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Iñaki Murua 24/04/2013 - 08:44

Hace unos años titulamos un proyecto de formación «senez jokatzetik zentzuz jokatzera», lo que en traducción libre vendría a suponer que intuición, instinto sí, pero tampoco es suficiente; hace falta conocimiento, juicio, entendimiento…

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Josune 24/04/2013 - 12:10

Razón y pasión… aunque situados en extremos, son complementarias y bien recibidas en la filosofía moral, laboral, personal de las personas. La razón, la lógica, el conocimiento no puede rechazar a la emoción, la pasión, la intuición ya que éstas forman parte de la persona, de su carácter y comportamiento en todos los ámbitos de las personas (hemisferio derecho – izquierdo), tanto o más que los principios, declaraciones, conocimientos, códigos o leyes… Hay un libro que habla sobre estos temas, interesante de Victoria Camps. El gobierno de las emociones. adjunto un video http://www.youtube.com/watch?v=CgdFBipoq-s

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Juanjo Brizuela 24/04/2013 - 17:03

Vivan los grises (que no la antigua policía que vestía con esos colores) por el hecho de los matices y de que a veces la vida es lo que ocurre mientras pasan cosas. Así que a vivir, a tomar decisiones sí, las importantes cuando son importantes, porque no todas lo son.
Harto del DAFO, lo escribí hace tiempo con la idea de que deberíamos ser más FO y menos DA, pero sobre todo, sentir cada experiencia lo máximo que puedas, cuando puedas.
Luego nos arrepentimos de que no hemos disfrutado lo suficiente. Aaaiiinsss

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Carmen 26/04/2013 - 10:21

Iremos YA hacia un real cambio de paradigma¿? Tal vez estemos en el camino y tal vez alguna generación se desvía del mismo para que la siguiente retome el punto inicial de la generación anterior. Tal vez así avanzamos 3 pasos, retrocedemos 2 y avanzamos 1…
El equilibrio es lo que buscamos «razón y pasión» «ciencia y religión» «lógica e intuición»…. y curiosamente este tema de objetivo me surgió recientemente a través de una reflexión sobre ello a nivel personal (decir que he sido y creo que aún tengo resquicios de estar enfocada a resultados… sin embargo ahora soy más consciente de ello y por ende «me siento avisada internamente»).

Y concluí que una dosis consciente y enfoque a FO + una escucha activa a lo que el cuerpo transmite en cada momento + el desarrollo de un propósito que de sentido a las acciones pueden ser un cóctel sano y no tan exigente que permita tener objetivos pero que no se conviertan en obsesiones o que sean tan exigentes que perturben nuestro humor.

Y por cierto me encantó el artículo ¡Gracias! y buen fin de semana

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