La encina que no tenía prisa

by Julen

Encina / holm-oakEn algún momento alguien me convenció. Más. Superación personal, en busca de mis límites. Escapar de la zona de confort. Más. Tú puedes. Es la convicción que debes tener. Sin embargo, todo resulta demasiado parecido a como parecía ayer. El progreso que antes se medía en siglos hoy dicen que acontece en segundos. Por eso me sobrecoge la encina que vive junto a nuestra casa.

Miro el árbol. Sigue ahí, como ayer y anteayer. A su alrededor el mundo se empeña en cambiar. Pero en este mi casi medio siglo a cuestas, la encina apenas ha dicho esta voz es mía. Juega con la paciencia de quien sabe más por vieja que por cualquier otra cosa. Mira, observa, pero no dice nada. Deja que todo cambie en torno a ella.

Parecería que es la de siempre. No tengo capacidad para apreciar en ella cambios sustanciales. Cambio de era, momento histórico. La tormenta exterior, la explosión de las tecnologías, nada comparado con su insondable mutismo y entereza. No necesita defensas, no ha visto enemigos que de verdad quisieran hacerle daño. Quizá su simple existir es motivo para detener malos pensamientos. Quién sabe. Ella sigue en su sitio, digna pero humilde.

El viento pega del sur. Pega fuerte. Sus ramas se mueven pero ya conoce el juego. Vendrá, pero se irá igual que lo trajo la casualidad. Ninguna mala fe en que haya querido mostrar su fuerza. Es parte del ciclo que se repite. No a intervalos fijos, claro está. Pero se repite. No hay sorpresas. Todo resulta predecible si se tiene paciencia. La encina lo sabe. No se inmuta por algo que, sí o sí, va a suceder.

Se recoge, se pliega, se acurruca. Parecería que su sabiduría es de otro tiempo. No sé si tengo que aprender de ella o si dejar que esta escapatoria siga su curso alejada de la razón. Parece que vivimos en planos paralelos. No llegan a juntarse en ningún lado, no alcanzo a tocar sus hojas ni su tronco. Nos regimos por normas diferentes. Mi mundo y el suyo solo se dan la mano en a imaginación. Un hermoso lugar, por cierto. Lástima que las prisas no nos dejen apreciarlo.

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1 comentario

Mikel - @himikel 18/11/2012 - 21:21

he sentido su belleza y sabiduría 😉 besarkdak Julen!!

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